El resultado de las elecciones en Venezuela ha generado una ola de protestas de parte de ciudadanos que considera que el proceso no fue transparente y que incluso pudo haberse cometido un fraude para garantizar la permanencia de Nicolás Maduro en el poder.
Según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), hasta las seis de la tarde del 29 de julio, se habían registrado 187 protestas en 20 estados del país. Estas movilizaciones fueron reprimidas por colectivos paramilitares y cuerpos de seguridad del Gobierno, según reportan.
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Entre las medidas de protesta estuvo el derribo de, por lo menos cinco estatuas del ex presidente venezolano, Hugo Chávez en los estados de Aragua, Carabobo, Falcón, Guárico y La Guaira.
En las imágenes que se han difundido en redes sociales se puede ver como manifestantes se unen para derribar las estaturas para luego terminar de destruirlas en el suelo. Incluso, se ha registrado cómo motociclistas arrastran la cabeza de la representación del líder del chavismo por diversas calles.
El OVCS también ha dado cuenta de cacerolazos como medida de rechazo a los cuestionados resultados electorales que arrojan un 51.20% de votos para Nicolás Maduro y 44% para Edmundo Gonzáles Urrutia.
Es precisamente Urrutia quien se pronunció pidiendo a las Fuerzas Armadas no seguir reprimiendo las protestas y “respetar la voluntad de los venezolanos expresada el 28 de julio”.
“Ustedes saben lo que pasó el domingo. Cumplan con su juramento. La Constitución está por encima de todo. Los venezolanos queremos paz y respeto a la voluntad popular. La verdad es el camino a la paz”, expresó.
De acuerdo con el diario El Mundo, ya habría al menos 12 personas fallecidas, entre los cuales, hay un menor de solo 15 años, y 749 detenidos en las manifestaciones en contra de la reelección de Maduro.