MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) –
La directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, ha alertado este martes de que la respuesta mundial al VIH ha sufrido “su revés más significativo en décadas”, como consecuencia de los recortes en ayuda internacional, sobre todo por parte de Estados Unidos, que han provocado que el sistema de atención en docenas de países de ingresos bajos y medios se haya visto “profundamente sacudido”.
“Las clínicas cerraron sin avisar, cientos de trabajadores sanitarios perdieron su trabajo o vieron reducido su salario, y los servicios de tratamiento, prueba y prevención del VIH experimentaron una disrupción amplia y continuada”, ha señalado sobre el impacto de los recortes en financiación durante una rueda de prensa en la que se ha presentado un nuevo informe de ONUSIDA con motivo del Día Mundial del SIDA.
Según ha comentado, en 2024, se disponía de 18.700 millones de dólares en financiación para el VIH, un 17 por ciento menos de lo que se necesita cada año. Además, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que la ayuda sanitaria internacional se reduzca entre un 30 y un 40 por ciento en 2025, en comparación con 2023, una situación que según ONUSIDA provocará una interrupción inmediata y grave de los servicios sanitarios en los países de ingresos bajos y medios.
Winnie Byanyima ha detallado que ya se ha observado una disminución del 31 por ciento en el número de personas que reciben profilaxis preexposición (PrEP) en Uganda entre diciembre de 2024 y septiembre de 2025, así como una reducción del 21 por ciento en esta misma atención en Vietnam entre diciembre de 2024 y junio de 2025, y del 64 por ciento en Burundi entre diciembre de 2024 y agosto de 2025. Asimismo, ha apuntado que, entre finales del año pasado y marzo de este, el número de condones distribuidos en Nigeria ha descendido un 55 por ciento.
Más allá, la directora general de ONUSIDA ha profundizado en el impacto que los recortes en ayuda exterior han tenido en las organizaciones comunitarias que colaboran en la lucha frente al VIH y ha comentado que muchas han tenido que suspender sus programas esenciales. “La crisis de financiación ha puesto de manifiesto la fragilidad de los avances que tanto nos ha costado conseguir”, ha advertido.
Ante esta situación, ONUSIDA ha hecho una previsión del impacto que tendrán estos recortes en los objetivos fijados para 2030, si no se revierte la situación. Según sus estimaciones, desde 2025 hasta 2030 se podrían producir un total de 3,3 millones de infecciones adicionales por VIH.
40,8 MILLONES DE CASOS
El documento recuerda que, a finales de 2024, alrededor de 40,8 millones de personas vivían con VIH en el mundo; se produjeron 1,3 millones de nuevas infecciones, lo que supone un 40 por ciento menos que en 2010; y hubo 630.000 muertes relacionadas con la enfermedad, esto significa una reducción del 54 por ciento desde 2010 y del 15 por ciento desde 2020.
Aunque 31 millones de pacientes están bajo tratamiento, más de nueve millones seguían sin recibirlo al finalizar el pasado año. “El sida no ha desaparecido. Hay nuevas infecciones y millones de personas que aún no reciben tratamiento, por no hablar de aquellas que lo reciben pero no logran suprimir la enfermedad porque no lo toman con la regularidad suficiente. Por lo tanto, aún queda mucho por hacer”, ha aseverado Byanyima.
Según ha explicado, a los recortes presupuestarios se han sumado retrocesos en materia de derechos humanos. De hecho, ha aseverado que, por primera vez desde que ONUSIDA analiza la situación, ha aumentado el número de países que penalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y la expresión de género. Asimismo, ha apuntado que se han producido 48 casos penales relacionados con el VIH entre enero y junio de este año.
En este punto, ha señalado que los derechos sexuales y reproductivos y la autonomía corporal de las mujeres y las niñas también “están siendo atacados”. “En Kenia, según los modelos de ONUSIDA, nuestras simulaciones muestran que las niñas que han sufrido violencia sexual y en el lugar de trabajo se enfrentan a un riesgo un 63 por ciento mayor de contraer el VIH”, ha añadido.
COMPROMISO Y RESILIENCIA
Winnie Byanyima ha destacado el compromiso y la resiliencia mostrados por algunos países. Como ejemplo, ha aludido al compromiso de aumentar inversiones nacionales en servicios de VIH por parte de Nigeria, Uganda, Costa de Marfil, Sudáfrica y Tanzania, así como los trabajos de ONUSIDA en este sentido con más de 30 países.
Asimismo, ha resaltado los esfuerzos por garantizar un acceso asequible a la prevención del VIH a través de lenacapavir, de la compañía Gilead, que ha aseverado que se necesitaría administrar a 20 millones de personas para poder alcanzar los objetivos frente a la infección. También ha apuntado a los acuerdos de financiación que está negociando Estados Unidos con cerca de 70 países y a los compromisos adquiridos durante la Octava Conferencia de Reposición del Fondo Mundial y la reciente Cumbre del G20 en Sudáfrica.
Con todo, ha lanzado un llamamiento a los líderes internacionales para reafirmar la solidaridad mundial, el multilateralismo y el compromiso colectivo de luchar juntos contra el sida; mantener la financiación necesaria para esta respuesta; invertir en innovación, opciones de prevención y tratamiento; y defender los derechos humanos, incluyendo los derechos sexuales y reproductivos, empoderando a las comunidades hacia la acción.