MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) –
El equipo de campaña del expresidente Donald Trump, candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca, ha presentado una queja ante la Comisión Federal Electoral (FEC, por sus siglas en inglés) por el traspaso de los fondos recaudados por la campaña del presidente, Joe Biden, a su vicepresidenta, Kamala Harris, tras renunciar a la reelección.
El asesor general de campaña de Trump, David Warrington, ha argumentado que Harris –que presentó su candidatura tras el paso atrás de Biden– “está tratando de perpetrar un robo de 91,5 millones de dólares (algo menos de 85 millones de euros) del dinero sobrante de la campaña de Joe Biden”.
“Es un robo descarado de dinero que constituiría la mayor contribución excesiva y la mayor violación en la historia de la Ley de Campaña Electoral Federal de 1971”, ha subrayado el equipo de campaña en un escrito recogido por la cadena estadounidense CNN y que apunta directamente tanto a Biden como a Harris, así como a la tesorera de su campaña Keana Spencer.
El equipo de campaña acusa a Spencer de “violar flagrantemente la ley al hacer y recibir una contribución excesiva de casi cien millones de dólares”, así como por “presentar formularios fraudulentos ante la comisión pretendiendo reutilizar el comité de campaña principal de un candidato (Biden) para el uso de otro (Harris)”
Desde el equipo de Harris han salido rápidamente al paso de la demanda y su portavoz de campaña, Charles Kretchmer Lutvak, ha acusado a los republicanos de estar “celosos” de que los demócratas están “motivados para derrotar a Donald Trump” y sus aliados seguidores del movimiento MAGA (Make America Great Again; hacer América grande de nuevo, en español).
Kretchmer Lutvak ha advertido al equipo de Trump de que, mientras se centran en “reclamaciones ilegales fundadas, como las que han hecho durante años para tratar de suprimir votos y robar elecciones, solo se distraerán” mientras los demócratas “inscriben voluntarios, hablan con los votantes y ganan las elecciones”.
Biden anunció el fin de semana la retirada de su candidatura a la reelección, argumentando que este era un paso en pos de su partido y de Estados Unidos, y pasó el testigo a su vicepresidenta. Harris aceptó el encargo y ahora trata de reunir los apoyos para ser nominada oficialmente candidata tras heredar la campaña de Biden, incluidas algunas de sus recaudaciones de donantes.