Los caminos forestales y vías de conectividad se han convertido en una de las principales causas de deforestación y degradación de los bosques. Según el último boletín del servicio geoespacial de monitoreo de caminos forestales y vías de conectividad en la Amazonía (MOCAF), entre enero y septiembre de 2024 se construyeron 1372,9 kilómetros de caminos forestales en los departamentos de Loreto, Ucayali y Madre de Dios.
Este boletín, elaborado por Conservación Amazónica – ACCA, junto con el Equipo de Análisis Espacial de las Fronteras Amazónicas de la Universidad de Richmond y la Universidad Federal de Acre, destaca que un 24% de estas infraestructuras están dentro de comunidades nativas, mientras que un 54% se ubican en concesiones forestales. Estas cifras no incluyen las zonas de superposición territorial, lo que podría incrementar aún más el impacto registrado.
El impacto ambiental de los caminos forestales
La construcción de caminos forestales en la Amazonía no solo afecta a los ecosistemas locales, sino que también facilita actividades como la tala ilegal, la minería y la agricultura no regulada. Un ejemplo es la concesión forestal de Sutay Company SRL en Ucayali, donde la expansión de áreas agrícolas pasó de 6,04 hectáreas en 2020 a 197,75 hectáreas en 2024, un incremento del 3174%. “Desde 2020, esta sección de la carretera ha pasado de ser un corredor para la extracción selectiva de madera a un acceso para la agricultura ilegal”, señala el informe.
Este fenómeno evidencia cómo estas infraestructuras, inicialmente diseñadas para extracción selectiva de recursos, terminan facilitando la conversión de bosques primarios en terrenos agrícolas. “A medida que la agricultura se expande, no solo se eliminan más áreas de bosque, sino que también se fragmenta el hábitat, lo que conlleva graves consecuencias para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos de la región”, se subraya.
La situación es particularmente preocupante en zonas de amortiguamiento de áreas protegidas. En Loreto, se detectaron 13,3 kilómetros de nuevos caminos dentro de la Zona de Amortiguamiento del Parque Nacional Cordillera Azul, mientras que en Ucayali, la construcción de 28,9 kilómetros de caminos cerca del Parque Nacional Sierra del Divisor desencadenó actividad de tala en áreas vulnerables.
Caminos y comunidades nativas
En Madre de Dios, la construcción de 41,1 kilómetros de caminos dentro del territorio de la Comunidad Nativa Bélgica agrava la situación de una región que ya enfrenta problemas relacionados con actividades extractivas no reguladas. Según el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor), esta comunidad figura en la lista roja desde 2010 por realizar extracciones forestales sin autorización.
Estos caminos no solo facilitan la deforestación, sino que también fragmentan los territorios indígenas, poniendo en riesgo la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que sustentan a las comunidades locales.
Falta de regulación y supervisión
Un aspecto crítico señalado por el boletín es la falta de supervisión adecuada por parte de las autoridades peruanas. Aunque el Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC), los Gobiernos Regionales y la Autoridad Regional Forestal y de Fauna Silvestre (ARFFS) son responsables de regular estas infraestructuras, la proliferación de caminos ilegales e informales evidencia la falta de control y planificación territorial efectiva.
“Gran parte de las iniciativas de construcción no tienen en cuenta las consecuencias socioambientales. (…) Los caminos forestales y vías de conectividad en la Amazonía a menudo se expanden sin monitoreo ni financiamiento gubernamental en sus diferentes niveles (municipal, estatal y federal)”, advierte el informe. Además, estas actividades suelen realizarse sin consultar a las poblaciones locales ni realizar estudios de impacto ambiental, lo que amplifica los daños a largo plazo.
Una amenaza para los ecosistemas amazónicos
El caso de la carretera Nueva Italia – Breu en Ucayali ilustra claramente esta problemática. A lo largo de esta vía, se han construido 14,4 kilómetros de caminos forestales que han derivado en tala y expansión agrícola. Este tipo de infraestructuras, inicialmente concebidas como corredores logísticos, se han transformado en ejes para la degradación ambiental.
Los datos resaltan la urgencia de implementar estrategias efectivas para proteger los ecosistemas amazónicos. El boletín enfatiza que el monitoreo satelital, realizado mediante herramientas como QGIS y ArcGIS Pro, debe integrarse a una gestión forestal más rigurosa y a políticas que prioricen la sostenibilidad.
El informe del MOCAF pone en evidencia que los caminos forestales, aunque fundamentales para la conectividad y el desarrollo en la Amazonía, representan una amenaza para la región si no se manejan adecuadamente. “El desarrollo sostenible en la Amazonía debe priorizar la consulta con las poblaciones locales y el respeto por sus territorios, además de garantizar que las actividades económicas no comprometan los bosques y su biodiversidad”, concluye el boletín.