Hoy, en plena conmemoración del Día de la Amazonía Peruana, se reportó un nuevo derrame de petróleo en la comunidad nativa Chichipe, en la provincia de Condorcanqui, Amazonas. El crudo se ha dispersado hacia el río Nieva y la quebrada Putuyakat, generando alarma entre los pobladores y las autoridades.
Aún no se ha determinado la causa exacta del derrame, pero este es el segundo incidente en menos de una semana en la misma zona, lo que aumenta la preocupación sobre la seguridad del Oleoducto Norperuano y sus impactos ambientales.
OEFA supervisa la emergencia ambiental
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ha iniciado la supervisión del derrame ocurrido en el kilómetro 385+727 del Tramo II del Oleoducto Norperuano. La evaluación busca determinar la causa del incidente, la responsabilidad de los hechos y el impacto ambiental generado.
Además, se verificará la implementación del Plan de Contingencia por parte de Petroperú, que incluye medidas de control, contención del hidrocarburo y limpieza del área afectada. La entidad ha señalado que continuará con su labor supervisora e informará sobre los resultados de sus investigaciones en los próximos días. Mientras tanto, la población local teme que los efectos del derrame se agraven y afecten aún más los ecosistemas y fuentes de agua de la zona.
Un problema recurrente en la región
El 8 de febrero ya se había registrado otro derrame de petróleo en el kilómetro 376 del Tramo II del oleoducto, cerca de la comunidad de Numpatkain, en el distrito de Santa María de Nieva. En esa ocasión, Petroperú atribuyó el incidente a una perforación intencional del ducto por parte de terceros y anunció que presentará una denuncia formal ante las autoridades competentes.
Para mitigar los impactos de ese derrame, la empresa estatal implementó medidas de contención como la instalación de barreras flotantes y el cierre de válvulas estratégicas en distintos puntos del oleoducto. Sin embargo, con el nuevo derrame reportado el 12 de febrero, la preocupación por la vulnerabilidad de la infraestructura del oleoducto y sus efectos sobre las comunidades amazónicas sigue en aumento.