El exministro del Interior, Juan José Santiváñez, dejó el Perú el pasado 29 de marzo con destino a Estados Unidos, según confirmó su movimiento migratorio. Esta salida ocurre en medio de una investigación fiscal por presunto tráfico de influencias, un caso que ha levantado controversia en el país. El Poder Judicial rechazó la solicitud de la Fiscalía para impedir su salida del país, lo que permitió que Santiváñez viajara sin restricciones.
El juez encargado del caso, Juan Carlos Checkley, argumentó que el exministro había viajado previamente al extranjero y regresado sin problemas, lo que, según el magistrado, reducía el riesgo de fuga. La decisión ha generado críticas debido a la gravedad de las acusaciones que enfrenta Santiváñez, quien es investigado por presuntamente haber solicitado sobornos para influir en decisiones judiciales y penitenciarias.
La investigación gira en torno a denuncias de que Santiváñez solicitó dinero a cambio de influir en procesos judiciales, incluyendo un adelanto de 3,000 soles y 20,000 dólares para asegurar fallos favorables. Además, el exministro habría intervenido en el sistema penitenciario, buscando evitar traslados de internos y gestionando reubicaciones en pabellones de menor seguridad, lo que ha sido respaldado por pruebas como capturas de pantalla de conversaciones.
Santiváñez, quien dejó su cargo en medio de una crisis de inseguridad, ha generado preocupación por su salida del país justo cuando su caso sigue en curso. A pesar de la negativa del Poder Judicial de imponerle restricciones, la investigación continúa, y la Fiscalía evalúa los testimonios y pruebas en su contra mientras el exministro permanece fuera del país.