La Junta de Accionistas de Petroperú decidió remover del cargo a Alejandro Narváez, quien había sido designado por Dina Boluarte en noviembre de 2024, para colocar en su lugar a Fidel Moreno Rodríguez, hasta hace poco vicepresidente de la petrolera estatal. La decisión se da en un contexto de pérdidas millonarias, falta de liquidez y controversias sobre la conducción técnica de la empresa.
Narváez, cercano al entorno político de Juntos por el Perú, había prometido cerrar el 2024 con cifras positivas, algo que no se concretó. Por el contrario, Petroperú reportó pérdidas netas por US$278 millones durante el primer semestre de 2025, profundizando la crisis en la compañía. Su gestión fue además criticada por minimizar la situación financiera y por declaraciones que generaron incomodidad en el ámbito económico, al compararse con Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva (BCR), y culpar al ente emisor por mantener la tasa de referencia en 4.5%.
La salida de Narváez coincide con la intención del Ejecutivo de reordenar la administración de la empresa estatal y reducir el impacto de su deuda sobre el Tesoro Público. Según fuentes del Ministerio de Economía y Finanzas, la designación de Fidel Moreno busca “recuperar la confianza del mercado y fortalecer la transparencia en la gestión”. En tanto, el ministro de Energía y Minas, Luis Enrique Bravo de la Cruz, y la ministra de Economía, Denisse Miralles, participaron en la sesión como representantes de los accionistas.
En la misma reunión, la Junta facultó a Gustavo Galván Pareja para suscribir los documentos que formalicen los acuerdos adoptados. Mientras tanto, el relevo en la cúpula de Petroperú reabre el debate sobre el futuro de la empresa estatal y su sostenibilidad a largo plazo, en un contexto donde la ejecución del canon minero y la eficiencia en el uso de los recursos públicos siguen siendo temas pendientes para los gobiernos regionales y locales.