Jossimar Cabrera, principal sospechoso en muerte de Sheyla Gutiérrez, se entrega a la Policía Nacional

Tras la trágica desaparición y hallazgo sin vida de Sheyla Gutiérrez en Estados Unidos, su esposo, acusado de violencia doméstica y feminicidio, se entrega a las autoridades peruanas mientras sus tres hijos son repatriados y protegidos por el Estado.

por Edgar Mandujano

El caso que ha conmovido a Perú y generado alarma sobre la violencia de género en el extranjero tomó un giro decisivo cuando Jossimar Cabrera, señalado como principal sospechoso en la muerte de su esposa, Sheyla Lisbet Gutiérrez Rosillo, se entregó a las autoridades peruanas. La mujer, madre de tres menores, fue encontrada sin vida en Estados Unidos tras una semana desaparecida.


¿Qué ocurrió con Sheyla Gutiérrez?

Sheyla Gutiérrez, una peruana de 33 años, desapareció tras su última comunicación con su madre durante una videollamada desde California el 9 de agosto de 2025. La desaparición de Sheyla fue reportada inmediatamente por sus familiares, que iniciaron una intensa búsqueda. Sin embargo, la incertidumbre terminó abruptamente el 17 de agosto, cuando las autoridades estadounidenses confirmaron el hallazgo de su cuerpo.

Aunque aún se investigan las circunstancias del fallecimiento, el foco principal recae sobre su esposo, Jossimar Cabrera, quien fue detenido en Lima poco después de llegar al Perú con sus tres hijos.


¿Por qué es considerado el principal sospechoso?

Las investigaciones apuntan a Cabrera no solo por su presencia en el país, sino por un historial de violencia doméstica denunciado por la familia de Sheyla. Estos antecedentes revelan constantes agresiones físicas y psicológicas contra la víctima, fortaleciendo la hipótesis de un feminicidio.

Además, su conducta posterior a la desaparición —que incluyó regresar al Perú con los hijos y evitar esclarecer la situación— despertó sospechas. Las autoridades peruanas han iniciado la colaboración con sus pares estadounidenses para esclarecer el caso.


¿Cómo afectó la filtración del caso?

Un hecho que complicó la investigación fue la filtración de la noticia del hallazgo del cuerpo por parte del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) en Perú. Un tuit no autorizado que luego fue eliminado causó indignación en la familia, que solicitó respeto y discreción para no entorpecer la investigación.

La hermana de Sheyla declaró a la prensa que esta filtración puso en riesgo la pesquisa y pidió a los medios que consulten siempre a la familia antes de difundir información sensible.


¿Cuál es la situación de los hijos de Sheyla?

Los tres menores, hijos de la pareja, enfrentaron una situación difícil durante el proceso. Tras la desaparición de su madre, Cabrera los trasladó de California a Ciudad de México, donde permanecieron retenidos temporalmente.

Gracias a una coordinación diplomática entre Perú, Estados Unidos y México, los niños fueron repatriados con estricta reserva para proteger su seguridad y bienestar. Actualmente, están bajo la custodia del Estado peruano, mientras se evalúa su situación legal y familiar.


¿Qué está haciendo la justicia?

El caso está siendo manejado de manera conjunta entre las autoridades de ambos países. En Estados Unidos, el FBI y la policía local continúan con las investigaciones y peritajes forenses para determinar la causa exacta de la muerte.

Por su parte, en Perú, la fiscalía ha iniciado los trámites correspondientes para colaborar con la investigación internacional y asegurar que se haga justicia en este caso que refleja las tragedias de violencia de género que afectan a mujeres peruanas incluso fuera del territorio nacional.


¿Qué alerta representa este caso para el Estado peruano?

El feminicidio de Sheyla Gutiérrez no es un hecho aislado, sino que expone un patrón preocupante: la violencia contra mujeres peruanas en el extranjero y la dificultad para brindar protección efectiva.

Cada año, decenas de casos similares salen a la luz, con situaciones comunes como agresores que no son detectados a tiempo, falta de mecanismos internacionales eficientes y sistemas judiciales que no logran coordinar una respuesta rápida y eficaz.

Este caso debe ser un llamado para fortalecer los protocolos de protección y cooperación internacional para salvaguardar la vida y derechos de las peruanas en el exterior.


¿Qué espera la familia de Sheyla?

Desde Lima, los familiares de Sheyla exigen justicia. “Mi hermana fue víctima de violencia por años. Este desenlace era evitable. Solo queremos que se haga justicia y que sus hijos puedan crecer en paz”, señaló la hermana con profundo dolor.

La búsqueda de verdad y justicia se convierte ahora en el objetivo principal de las autoridades y de toda la sociedad peruana, para que casos como este no se repitan.

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