El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos designó a Emilio Paredes Yataco como nuevo presidente del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), en reemplazo de Javier Llaque Moya, quien renunció en abril tras la fuga de un reo del penal de Lurigancho. La medida fue oficializada a través de una resolución suprema publicada en El Peruano, firmada por la presidenta Dina Boluarte y el ministro de Justicia Juan Enrique Alcántara.
La designación ocurre en un contexto crítico para el sistema penitenciario peruano, marcado por denuncias de presuntos actos de corrupción, problemas de seguridad en los penales y deficiencias en el control interno. El nuevo titular del INPE asume el reto de recuperar la operatividad institucional y fortalecer la administración carcelaria a nivel nacional.
Paredes Yataco liderará el Consejo Nacional Penitenciario, órgano encargado de diseñar y ejecutar la política penitenciaria del Estado. Entre sus principales desafíos figuran la modernización de los penales, la mejora de la vigilancia y la erradicación de redes delictivas dentro de las cárceles, factores que han sido duramente cuestionados por la opinión pública.
Con su nombramiento, el Ejecutivo busca marcar un punto de inflexión tras la crisis generada por la gestión anterior. El caso más mediático fue la reciente fuga en el penal de Lurigancho, que evidenció fallas estructurales graves en el sistema penitenciario y motivó la salida de Llaque. Ahora, todas las miradas estarán puestas en la capacidad de Paredes para liderar una verdadera reforma carcelaria.