El Congreso de la República se encuentra actualmente evaluando importantes cambios en la legislación electoral que podrían aplicarse en las elecciones generales programadas para el 12 de abril de 2026. Entre las medidas más relevantes destacan la eliminación de la ley seca y la autorización para la publicación de encuestas de intención de voto hasta 24 horas antes del sufragio.
Estas iniciativas, discutidas previamente en legislaturas pasadas, han vuelto a la agenda parlamentaria con nuevos argumentos y una mayor posibilidad de obtener respaldo, generando un intenso debate entre legisladores, especialistas en derecho electoral y ciudadanos.
¿Qué implica eliminar la ley seca en Perú?
La ley seca establece actualmente la prohibición de venta y consumo de bebidas alcohólicas desde 48 horas antes de la jornada electoral. Esta medida, según sus defensores, busca garantizar un ambiente ordenado durante la votación. Sin embargo, el congresista Edward Málaga, impulsor de la iniciativa, argumenta que no existen estudios que demuestren una relación directa entre el consumo de alcohol y la calidad del voto ciudadano.
“Perú es uno de los pocos países que mantiene esta restricción, que además limita libertades individuales sin una justificación técnica concreta”, señaló Málaga durante la presentación del proyecto ante la comisión correspondiente.
Si se aprueba, la medida permitiría a la ciudadanía consumir y adquirir bebidas alcohólicas libremente durante los días previos a la elección, eliminando la prohibición histórica que ha estado vigente por décadas.
Modificación en la publicación de encuestas electorales
El segundo cambio que debate el Congreso se refiere a la difusión de encuestas de intención de voto. Actualmente, la ley prohíbe la publicación de sondeos una semana antes de la elección, limitando la disponibilidad de información para los electores.
La propuesta busca permitir que los medios de comunicación y encuestadoras puedan publicar resultados hasta 24 horas antes de la jornada electoral, brindando información actualizada sobre las preferencias ciudadanas.
Los impulsores de la iniciativa argumentan que la prohibición vigente ya no se adapta a los tiempos de alta conectividad digital, y que restringir la difusión de información puede afectar el derecho de los votantes a estar plenamente informados antes de emitir su voto.
“En un mundo digital, donde los ciudadanos buscan información en tiempo real, la actual normativa resulta desfasada y poco efectiva”, sostuvo uno de los legisladores que respalda la reforma.
Impacto potencial en las elecciones 2026
De aprobarse, ambas modificaciones entrarían en vigor para las elecciones generales del 12 de abril de 2026, generando cambios significativos en la tradicional regulación del proceso electoral peruano. La eliminación de la ley seca y la flexibilización en la publicación de encuestas podrían modernizar el marco normativo electoral, al tiempo que plantean desafíos en la supervisión y control de estas medidas.
El Congreso deberá evaluar con detalle si estas reformas garantizan mayor transparencia y libertad sin comprometer la neutralidad y objetividad del proceso electoral. Hasta el momento, las iniciativas se encuentran en revisión en las comisiones correspondientes, y solo tras su aprobación en el Pleno podrían ser implementadas.
Debate entre modernización y tradición
El debate legislativo ha evidenciado posturas divididas. Por un lado, legisladores que promueven la actualización de la normativa consideran que estas medidas representan un paso hacia un sistema electoral más acorde con la sociedad actual. Por otro, defensores de la ley tradicional advierten sobre los riesgos de eliminar restricciones históricas, argumentando que la ley seca ayuda a mantener un ambiente ordenado y seguro durante la elección, y que la difusión de encuestas a última hora podría generar presiones indebidas sobre los votantes.
Próximos pasos en el Congreso
Actualmente, las propuestas están siendo analizadas en las comisiones legislativas antes de pasar al Pleno para su votación final. Además, expertos en derecho electoral y representantes de organismos de supervisión podrían ser convocados para evaluar el impacto de estas reformas en la transparencia, equidad y seguridad del proceso electoral.
Si se aprueban, los peruanos podrían enfrentarse a unas elecciones históricas donde se eliminen restricciones de consumo y se tenga acceso a información más actualizada sobre la intención de voto, reflejando así un cambio importante en la tradición electoral del país.