Trece trabajadores mineros que fueron secuestrados el pasado 26 de abril en la provincia de Pataz, región La Libertad, fueron hallados sin vida la mañana del domingo 4 de mayo. El hallazgo fue realizado por compañeros de las víctimas dentro de una mina, en una zona bajo constante tensión por la actividad minera ilegal.
Según un comunicado de la minera Poderosa, las víctimas laboraban para un minero artesanal que operaba en la zona bajo contrato de explotación. La empresa señaló que un grupo de delincuentes habría atacado previamente las labores del minero con la intención de tomar control del yacimiento.
Familiares de los fallecidos denunciaron a través de Exitosa Noticias que no recibieron información oficial por parte de las autoridades. Afirmaron que desde un inicio informaron sobre la ubicación de los trabajadores y que estos habrían sido asesinados la misma noche del secuestro. “Fueron sus propios compañeros quienes los encontraron, no la Policía”, relató uno de los allegados.
En medio del dolor, los familiares exigieron justicia y advirtieron que no aceptarán ningún tipo de compensación económica a cambio de silencio. “Que esto no quede impune, porque mañana le puede pasar a otra persona que solo quiere ganarse la vida”, reclamó una de las familiares de las víctimas.
El crimen ocurrió pese a que la zona se encuentra bajo estado de emergencia, con presencia de efectivos policiales y del Ejército. La minera Poderosa calificó el hecho como un ataque criminal directo a una operación minera formal.
La gravedad del caso se intensificó con la difusión de un video en redes sociales donde presuntamente se observa la ejecución de los trabajadores. Todos fueron hallados en el mismo punto, lo que refuerza la versión de que fueron asesinados pocas horas después del secuestro.