Vestirse para ir a dormir es casi tan importante como vestirse para salir a la calle. Es parte del ritual que debemos realizar para asegurarnos un buen descanso durante la noche y, además, estar presentables si hay un temblor o tocan la puerta en la madrugada.
El pijama se popularizó durante el Imperio Otomano en el siglo XVI. Originalmente eran unas largas túnicas que cumplían la función de abrigo y, sobre todo, de mantener la higiene.
La palabra viene del término hindú “Pae jama” o “pai jama” y era usado en India, Paquistán y Bangladesh.
La idea de esta prenda es que nos sintamos cómodos y relajados para poder conciliar el sueño con facilidad.
Desde hace 15 años, Carmen Glaser se dedica al negocio de confección de pijamas. El motivo por el cual lo inició es “que en esos años no encontraba pijamas bonitas para mis hijos”. Empezó como jugando y ahora todas sus colecciones se venden en las dos tiendas que tiene en Lima, en Estados Unidos y en Taipei. “Jane Fonda tiene una bata nuestra,” dice con orgullo, y además señala que viendo la serie Succession pudo identificar con gran alegría una de sus prendas.
Toda la ropa de dormir que la marca Claire de Lune confecciona, tanto para hombres como para mujeres, está hecha con el más fino algodón 100% peruano. Los diseños de cada una de las colecciones son propios o también trabajan en colaboración con artistas locales.
En este caso, cuando uno se pone un pijama no necesariamente se está vistiendo para que lo vean otros. Lo mejor de llegar a casa, después de un día largo y estresante, es ponernos el pijama: “tu ritmo comienza a bajar y empiezas a entrar en un proceso de relax”, asegura Glaser.
Con conocimiento de causa, Carmen continua: “Es el momento en que nos conectamos con nosotros mismos. Entonces, si tú no te valoras y dices “para dormir me puedo poner una camiseta de propaganda” o incluso no te importa usar una prenda rota ¿dónde está tu autoestima?
Para ella, el simple hecho de ponerse un pijama bonito “eleva el autoestima y eso te hace sentir mejor”. En su negocio siempre dicen: “vístete y acuéstate”.
Mientras dormimos “suceden cosas a las que muchas veces no damos importancia”, dice Carmen. El cuerpo relajado se sumerge en un estado de inmovilidad y supuesta inactividad. Pero durante esas horas de descanso, el organismo se involucra en diversos procesos que son esenciales para garantizar el bienestar del individuo. Entre ellos podemos considerar la regulación hormonal, la reparación celular y la consolidación de la memoria.
Es por eso que esta marca de pijamas también ha eliminado la mayor cantidad de costuras en sus modelos con el fin de que no incomoden a quienes las usan.
Además estas prendas pasan perfectamente como ropa de entrecasa y, en la temporada de verano, quienes tienen casa de playa, pueden salir tranquilamente a la terraza a tomar desayuno sin que los vecinos hagan comentarios. Y en la ciudad hasta podemos ir a la bodega de la esquina. Nadie se dará cuenta que estamos saliendo de la cama. Además, “no hay que parecerlo sino serlo”, dice Carmen Glaser. “Las cosas tienen que venir de adentro para afuera y no al revés”, finaliza.