Una noche inolvidable en el Grand Opening del Restaurante Nanka San Isidro

Cerca de 300 invitados distinguidos fueron cautivados por la magia de la reapertura de Nanka San Isidro. Una velada que combinó exquisitos platos, innovadoras bebidas y el encanto de la música en vivo, creando una experiencia única.
Alithú Robinson, Pebbles Morales, Juan Carlos Neira, Juan Carlos Valdivia y Roberto Colombo.
Alithú Robinson, Pebbles Morales, Juan Carlos Neira, Juan Carlos Valdivia y Roberto Colombo.

El pasado fin de semana, el afamado Restaurante Nanka San Isidro reabrió sus puertas en una noche que se convertirá en el nuevo referente de exclusividad y exquisitez en la escena gastronómica limeña. Más que una simple reapertura, este evento fue una experiencia sensorial que dejó huella en los cerca de 300 selectos invitados, entre amigos, familiares y clientes privilegiados.

Nanka, reconocido por su excepcional fusión de cocinas de diferentes partes del mundo con ingredientes locales, sostenibles y de gran valor nutricional, presentó una propuesta gastronómica que deleitó los paladares más exigentes. Desde platos clásicos reinventados hasta creaciones vanguardistas, cada bocado contaba una historia de sabores cuidadosamente seleccionados.

El salón principal se convirtió en el epicentro de la magia, donde el virtuoso saxofonista Carlos Sánchez ofreció un espectáculo de música en vivo que añadió una dimensión única a la velada. La terraza, por su parte, se transformó en un escenario vibrante al ritmo de la mejor música ochentera, creando un ambiente que envolvió a los presentes en una atmósfera de celebración y alegría.

Como colaborador especial, la icónica marca de automóviles de lujo, Lexus, se sumó al evento con un espacio exclusivo en la terraza. Allí, los invitados tuvieron la oportunidad de admirar el nuevo modelo RX 350h Luxury, una muestra de elegancia y tecnología que complementó a la perfección la sofisticación del restaurante.

Lucía Valdivia y Alejandra Valdivia

El Grand Opening de Nanka San Isidro no solo fue una celebración gastronómica, sino también un encuentro de la alta sociedad limeña, marcado por la elegancia y la buena compañía. Una noche inolvidable que confirma la posición de Nanka como un referente indiscutible en la escena culinaria, donde la calidad, la innovación y la exclusividad se fusionan para ofrecer experiencias únicas a los amantes del buen comer.