Los esposos Henry Gates y Paloma La Hoz no son nada nuevos en la escena musical peruana —por separado han desarrollado trayectorias muy saludadas por el público— y la tienen clara en el nuevo proyecto musical que dirigen: “Quizá el nombre de nuestra banda signifique una contradicción, una ambigüedad, o quizá un oxímoron”, dice Paloma sobre Thank you Lord for Satan, cuyo disco homónimo viene generando muy buenos comentarios (ojo a “Conversations al amanecer”, “Wet morning” y “When we dance”), no es para menos: el sonido proyecta solidez y la poesía sostiene sus letras.
Pero este trabajo tiene un punto aún más distintivo: una personalidad basada en la conexión entre Paloma y Henry. No es pues un disco que solo haya que destacarlo en lo musical, por sus letras transita la sensorialidad del amor y el erotismo, del mismo modo una atmósfera existencial, un modo de estar en la vida, que se transmite mediante la sensación relajada a cuenta del ritmo de las canciones, que pareciera buscar la explosión interna del oyente.
“Somos melómanos desde que tenemos uso de razón, en nuestra música tocamos con total libertad, sin fijarnos en las influencias, no pensamos en ellas, solo nos dedicamos a componer y nos dejamos guiar y este disco es también un testimonio de cómo es nuestra historia de amor”, señala Henry.
La búsqueda del reconocimiento es un fin lícito. Pero muchas veces este anhelo suscita caídas de las que más de uno, simplemente, no llega a recuperarase. En este sentido, la propuesta de Henry y Paloma permanece alejada de esas parcelas peligrosas.
“Sentimos la música y no esperamos nada en especial”, añade Henry en relación a las esferas del reconocimiento. “En realidad, hacemos música porque nos gusta, eso es lo más importante, si no me siento libre a través de la música, ya para qué”, sentencia Paloma.
Escúchenlos.