Escribe Jaime de Rivero
Ya estamos en semana grande, a pocas horas de que se inicie la septuagésima octava edición de la Feria del Señor de los Milagros, que fuera creada en 1946 por Fernando Graña Elizalde, materializando la propuesta del crítico taurino Manuel Solarí Swayne “Zeñó Manue” para tener una feria que reúna dos tradiciones muy arraigadas en Lima, y que la dotan de identidad y personalidad: la procesión del Señor de los Milagros y las corridas de toros.
La empresa ha tomado el riesgo de concentrar el ciclo en 15 días; tendremos toros los sábados y domingos durante tres fines de semana consecutivos. Apuesta importante que hace unos veinte años fracasó con la empresa de Roberto Puga, pero que, con los cambios del mundo de hoy, parece ser una fórmula exitosa para atraer más público a la Plaza de Acho. La taquilla se ha disparado a niveles históricos, superando los 9,000 abonados, algo que no ocurría en Acho desde la década de los 60 o 70. Hoy estamos recuperando esa posición, mientras que en América y España ocurre lo contrario.
Los carteles de Acho 2025, como siempre, combinan lo mejor y más interesante de la temporada española.
El ganado bravo, pieza angular sobre la que se construye la maravilla excepcional del toreo, contempla dos ganaderías de renombre, que habitualmente lidian en plazas de primera categoría de España. Son las que piden las figuras del toreo, y no porque sean las más fáciles, dóciles ni manejables, sino porque son las que dan más garantías de triunfo, dada su “regularidad”.
Núñez del Cuvillo y Domingo Hernández no necesitan presentación. Ambas provienen del llamado encaste Domecq, pero con matices de bravura distintos. La evolución del toro, principalmente en los últimos 30 años, ha sido enorme en materia de selección, sanidad, nutrición, genética y crianza. Las ganaderías han ido adquiriendo identidad propia.
A estos hierros españoles, los acompañan los hierros nacionales de mayor vigencia como Paiján, San Pedro, Salamanca, Camponuevo y San José del Monte.
La figura estelar de la feria de Acho 2025 es Andrés Roca Rey, que cumple diez años en la cúspide del toreo. Desde aquel 19 de septiembre de 2015, en que tomó la alternativa de manos de Enrique Ponce en la plaza francesa de Nimes, se instaló en el primer lugar de la torería. Ha revolucionado la fiesta, no solo en el ruedo sino en los tendidos, atrayendo a gente joven y niños, que bajan al ruedo para arroparlo en su salida grande.
Roca Rey ha tenido una buena temporada taurina, toreando menos y cobrando más. El apoderamiento de su hermano Fernando Roca Rey le ha dado estabilidad. Actuará en solitario con toros de Núñez del Cuvillo, Domingo Hernández y Paiján en el gran cierre de feria, el domingo 2 de noviembre.
La tarde previa, del 1° de noviembre, ofrece otro cartel digno de Madrid y Sevilla. Con reses de Núñez del Cuvillo y Domingo Hernández, alternarán Sebastián Castella, Alejandro Talavante y David de Miranda, que sustituye a Morante de la Puebla, recientemente retirado en Las Ventas. David de Miranda es el torero revelación de la temporada.
Otro cartel importante es el del domingo 26 de octubre, con toros de Paiján y Domingo Hernández. Se presentará David Galván, junto con Fernando Adrián, triunfador en San Isidro, y Joaquín Galdós, que busca su segundo Escapulario de Oro en Acho.
En la primera corrida de feria, este domingo 19 de octubre, actuarán toreros muy aclamados en el interior del país. Con toros de San Pedro y Salamanca, harán el paseíllo Morenito de Aranda, Alfonso de Lima y Jesús Enrique Colombo.
El ciclo se completa con dos novilladas interesantes. El sábado 18 de octubre inauguran la feria taurina de Lima Felipe Negret, Joaquín Caro y Josué Mallqui, con ganado de San José del Monte. El sábado 25, con astados de Camponuevo, se presentan novilleros que hacen campaña en España: Pedro Luis, José Antonio Guerra y el portugués Tomás Bastos.