El lobby del hotel Hyatt de Lima se llena de murmullos, risas y varios jóvenes profesionales de los videojuegos —en su mayoría de apariencia extravagante— deambulando por el lugar. Todo esto es propio de la inevitable tensión que acompaña a los grandes torneos de Dota 2. En esta ocasión, fue para participar en la Elite League 2, organizado por la empresa peruana ESB que se celebró en el Centro de Convenciones ESAN y que repartió 1 millón de dólares en premios para los ocho equipos que llegaron a la fase final.
Enzo Gianoli O’Connor, o Timado, como se le conoce en el universo de los eSports, se presenta con calma y timidez. Sus uñas pintadas de azul y verde y su cabello desordenado destacan mientras conversa con sus compañeros de equipo. En sus palabras, el esmalte que le da color a las puntas de sus dedos es una forma de frenar el mal hábito de morderse las uñas y a su gusto por esos colores. “Si hay una razón práctica y una estética, ¿por qué no hacerlo?”, comenta.
A sus 23 años, es una figura consolidada en el competitivo mundo de Dota 2, actualmente desempeñándose como carry de OG, el equipo legendario de Europa que conquistó The International —una especie de mundial— en dos ocasiones consecutivas. Además, actualmente es considerado como uno de los mejores en su posición.
Esfuerzo y sacrificios
Desde los 16 años, Enzo ha vivido una vida distinta a la de muchos adolescentes. “Digamos que estoy viviendo el sueño que siempre tuve de chico, pero cada sacrificio que tuve en la época era relativo a mi vida”, recuerda. Aunque no era deficiente académicamente, asegura que la pasaba mal durante su secundaria en el colegio Nota A, porque a veces jugaba hasta tarde y no siempre podía balancear sus estudios con la competencia. Los tiempos escolares ya pasaron, pero describe su rutina como solitaria. “Es un empleo de joven soltero, donde se pasa un montón de horas en la computadora jugando”.
Se mudó a Estados Unidos luego de fichar por el equipo norteamericano Undying en 2021, y en ese país se ha mantenido hasta la actualidad. Pasa la mitad del año en ese país y el resto entre Europa, donde se encuentra concentrado su equipo, y los diferentes países en donde hay torneos.
La Disciplina y el Arte de Jugar
Timado es consciente de las diferencias entre jugar en Sudamérica y competir en escenarios internacionales. “En Perú, se ve más como una escapatoria. En otros lugares, es una profesión respetada, porque saben que demanda tiempo, cerebro y esfuerzo”, explica.
Contrario al caso de otros jóvenes que toman la decisión de convertirse en jugadores profesionales, Enzo recibió el respaldo de su padre, el actor Renato Gianoli, quien es recordado por ser un conductor del programa Mad Science. Renato, conocido en redes como ‘Egorco’, no es ajeno al mundo del Dota 2, pues durante algunos años fue el fundador y mánager del equipo peruano Egoboys, el cual su hijo integró por un tiempo breve.
“Me ha apoyado con temas de mentalidad y filosofías de competencia. Siempre ha sido alguien que me aconseja”, cuenta el jugador sobre su progenitor.
Y es que en este juego, la mentalidad no es importante, es lo fundamental. “El Dota cambia muy rápido. De pronto te está yendo bien en un torneo, luego pierdes dos series seguidas y te eliminan. Eso puede pasar en menos de 12 horas”, reflexiona.
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“Viniendo de Perú, crecemos pensando que el alemán es superior o el japonés es más inteligente. Y uno, con su 1.69 m. de altura, que se para al lado de un danés que mide dos metros y que es un jugador top, tiene que tener en mente ganarle. Con Wisper —su compañero de equipo proveniente de Bolivia— hemos conversado sobre romper esa barrera mental y decir que somos iguales e incluso mejores que ellos”.
Uno de los principales atractivos de esta carrera es la gran cantidad de dinero que se puede hacer, pero no es el caso de todos. A lo largo de su trayectoria, Gianoli ha ganado poco más de 400 mil dólares, pero el dinero no es su principal motivación. “Cuando haces el cálculo de cuántos años has invertido y lo comparas con la plata que ganas, no se ve tan atractivo. Pero en ningún momento lo estuvo haciendo por eso. Yo solo pienso en jugar Dota”, complementa.
El Desafío de la Vida Personal
La vida personal de un jugador profesional de Dota 2 no es sencilla. Las relaciones y amistades suelen ser mayormente virtuales debido a la naturaleza del trabajo. “Recientemente terminé una relación de tres años. Es difícil balancear el tiempo entre el juego y la vida personal”, admite Timado.
De hecho, también puede ser algo poco práctico en algunas ocasiones. “Estos últimos dos meses, la he pasado en las bootcamps (hogares ambientados para jugar en equipo), al punto de que he tenido que dar la vuelta a mis medios porque ya no tenía ropa limpia y seguir jugando. Incluso, me tuve que meter a la ducha y lavar mi ropa conmigo, porque se me acababa la ropa limpia. A veces toca sobrevivir, en ese sentido”.
Una Mirada Despreocupada
Estando en vísperas de disputar el torneo, Timado, entendiendo la naturaleza del juego, decidió no establecer metas rígidas. “Las expectativas pueden ser peligrosas. Solo quiero jugar sin remordimientos, sabiendo que hice todo lo posible para prepararme”. La realidad de los eSports es impredecible, cada día puede traer una victoria gloriosa o una derrota devastadora. Días después, aunque su equipo fue eliminado, sabe que es parte de la competencia y que sólo queda prepararse para volver más fuerte.