En el 549 de la avenida Juan Velasco Alvarado, en la urbanización Valle Sharon de San Juan de Miraflores, está la casa que guarda una de las historias más singulares de la gastronomía limeña. Allí funciona Esperanza, el restaurante que comenzó como un comedor familiar levantado por la madre de Seti López y que cumple diez años bajo la conducción del hijo, convertido en chef tras un recorrido que lo llevó a trabajar en cocinas de exigencia internacional.
El local sigue mostrando en la pared aquella tablita que recuerda los inicios, una marca sencilla de la época en que el menú era casero y directo. Con el regreso de Seti, que se formó en restaurantes de alto nivel dentro y fuera del país, la propuesta ha tomado otro rumbo sin perder la raíz. Su cocina se sostiene en la memoria de los guisos familiares, pero incorpora técnicas y planteamientos que provienen de esa experiencia profesional que lo define.

Esperanza no busca competir con el circuito de moda en Lima; más bien, se ha consolidado como un espacio de barrio con alcance global. Los comensales que llegan encuentran platos que respetan el sabor de la casa, pero con una mirada afinada por la trayectoria de López. Esa dualidad —la herencia materna y la exigencia aprendida— es lo que explica la permanencia del restaurante a lo largo de una década.
Como parte de esa historia, este lunes 27 de octubre se celebrará el aniversario con un encuentro que reunirá a dos cocineros de peso. Edwin Guzmán (@edwing_guzman), sub chef de Mirazur en Francia, restaurante con tres estrellas Michelin, se sumará a la cocina de Esperanza junto a Aldo Yaranga (@yarangaaldo), chef de Awa en Lima. Ambos compartirán fogones con López en una cena de carta abierta. La verdadera celebración está en lo que el lugar ha representado para San Juan de Miraflores, un ejemplo de continuidad familiar, disciplina culinaria y persistencia.
Diez años después de aquel inicio con la madre en la cocina y la tablita en la pared, Esperanza sigue siendo un punto de encuentro que refleja cómo una historia personal puede transformarse en proyecto colectivo. La fecha es una excusa para mirar atrás, reconocer el camino recorrido y, sobre todo, entender que la apuesta de Seti López no fue abrir un restaurante más, sino sostener un legado y llevarlo un paso más allá.