Cineastas nuestras: Vanessa Aparicio y Delia Ackerman

Hacer películas o documentales en el Perú nunca ha sido una tarea sencilla. Muchas veces incluye utilizar recursos propios. A pesar de eso, en los últimos tiempos dos peruanas se han abierto camino a nivel internacional. Una es Delia Ackerman que ha sido invitada como presidenta del jurado de documentales en F.I.F.E.S., en la ciudad de Cannes, y la otra es Vanessa Aparicio que ganó, recientemente, un premio BAFTA en Gran Bretaña.
La peruana Vanessa Aparicio recuerda la noche del BAFTA como "mágica". Delia Ackerman, directora de “Hatun Phaqcha, Tierra Sana”, ha sido invitada como presidenta del jurado de documentales de F.I.F.E.S., Festival Internacional de Filmes Ecológicos y Sociales que se llevará a cabo en Cannes entre el 30 de mayo y 2 de junio.

Desde que era niña Vanessa Aparicio, 31 años, sabía que quería dedicarse al cine. Algo inusual pero positivo porque ante tantas opciones de carreras que hay actualmente, cuesta elegir. “Yo siempre lo tuve claro”, dice tajante.

Hace seis años, después de terminar la universidad en Lima, y habiendo trabajado en varias películas en el Perú, tuvo un proceso de descubrimiento personal en los diferentes rubros que hay dentro del cine y fue definiendo a qué se dedicaría específicamente.

En ese proceso supo que la coloración era lo suyo. Algo que en el Perú aún no estaba muy desarrollado. Es por eso que decidió irse a Londres donde después de trabajar en lo que sea para poder solventar sus gastos, decidió postular al National Film and Televisión School (NFTS) “una de las escuelas más prestigiosas del mundo del cine”, donde de 300 postulantes solo entran 10 cada año.

Fueron dos años intensos de estudios, y el trabajo de graduación, “Jellyfish and Lobster”, que realizó con un grupo de estudiantes y donde trabajó como colorista, se llevó el premio al mejor cortometraje en la última ceremonia de la Academia Británica del Cine y Televisión (BAFTA por sus siglas en inglés).
El triunfo de estos chicos es asombroso porque solo una vez antes en la historia de los premios BAFTA, el trabajo de unos estudiantes resultó premiado.

Para Vanessa “es increíble, mirando hacia atrás, lo que he logrado desde que me mudé a Londres, y todo ese proceso ha sido para llegar a esto”.

Delia Ackerman es la única representante de América del Sur que será parte del jurado en F.I.F.E.S.

Delia Ackerman, directora de “Hatun Phaqcha, Tierra Sana”, ha sido invitada como presidenta del jurado de documentales de F.I.F.E.S., Festival Internacional de Filmes Ecológicos y Sociales que se llevará a cabo en Cannes entre el 30 de mayo y 2 de junio. “Es un gran mérito que me hayan invitado como presidenta del jurado”, dice Delia. Es más, entre los cinco miembros del jurado ella es la única que representa a América Sur.

F.I.F.E.S. es un festival internacional de cine que aborda los temas climáticos, medioambientales y humanos, que cada día cobran más relevancia. En esta oportunidad las películas sobre las que Delia ha tenido que debatir con el jurado tienen que ver con la salvación del mar, contaminación, vida salvaje, conocimientos indígenas, cambio climático. “Maravillosas películas”.

“Es importante que nos unamos en una cruzada, cada uno desde su espacio, nosotros desde el cine, para evitar lo peor para nuestro planeta, que es nuestro hogar”.

En su documental Hatun Pachaq, que ha recibido diversos premios en festivales internacionales, Delia rinde homenaje a aquellas personas que aún mantienen vivos esos conocimientos para trabajar la tierra de donde salen esos maravillosos productos naturales que llegan a nuestras mesas.
Además de esto, muestra la paradoja del Perú como país de origen de muchos productos altamente nutritivos pero que, sin embargo, también tiene altas tasas de desnutrición y malos hábitos alimenticios.
A pesar de los reconocimientos recibidos afuera, en el Perú no logra que Hatun Pachaq se distribuya. En las proyecciones que ha logrado “me doy cuenta que la película emociona y alguna gente me dice ‘estoy cambiando’”.

Su próximo documental, en el cual ya está trabajando para buscar financiamiento, es sobre la situación de las llamas en los Andes peruanos “que es tremenda”. Antes había 35 millones, ahora solo queda como máximo un millón. La cultura andina, que se basa en la llama, está desapareciendo.