Tras los bordados coloridos de la colección “Antonieta” de María Ximena Ramírez, late un corazón rebosante de amor filial y una oda al empoderamiento femenino. En esta ocasión, ha plasmado en sus creaciones la transformación de su madre Antonieta, o ‘Toña’, como ella la llamaba, a través de los años: desde una chica libre de los años 60 hasta una dama refinada tras el enlace matrimonial. Además, confiesa haberse inspirado en la serie Daisy Jones & The Six para capturar la esencia de la época en sus diseños.
“Antonieta nació de mi deseo de rendir homenaje a mi mamá y esas dos facetas tan distintas que marcaron su vida”, confiesa María Ximena. Sus diseños van desde prendas con un aire retro inspiradas en Woodstock –un festival al que su padre asistió en su juventud–, hasta elegantes vestidos con encajes y cortes señoriales.
Pero “Antonieta” no es solo un tributo al cambio, sino también un lienzo que retrata la complejidad de la felicidad femenina más allá de los roles tradicionales. “No siempre esta depende de un hombre o de ser madre”, advierte. Según cuenta, su propia madre padeció varios conflictos durante su matrimonio.
El bordado no es solo una técnica para María Ximena, es también un lenguaje que conecta a las mujeres involucradas en la creación de cada vestido. “Es un trabajo bien duro, pero también muy gratificante cuando ves a las chicas felices posteando fotos en sus redes porque el vestido les encantó”, cuenta con entusiasmo.
Con una formación de ingeniería industrial que la instruyó en la disciplina, inducida principalmente por su padre, María Ximena combina la dedicación artesanal –interviene personalmente en cada diseño– con un ojo clínico hacia las tendencias venideras. Es por esto que en la colección destaca el Peach Fuzz, que es el color de 2024 según Pantone.
La música también desempeña un papel crucial en este concepto. La elección de la canción “Woman” de John Lennon, interpretada por su hermano, quien falleció en el terrible suceso de Utopía, añade un toque nostálgico y personal a cada diseño. María Ximena se sumerge en el proceso creativo con un enfoque artesanal, bordando meticulosamente cada pieza y asegurándose de que la colección realce la figura femenina.