En el Valle de Urubamba, lejos de los circuitos turísticos, existe un pequeño museo que guarda una joya invisible: el alma sonora de los Andes. Takinuna, palabra quechua que significa “el espíritu de la música”, es el resultado de más de 60 años de investigación del músico y compositor cusqueño Hebe Almonacid, hoy de 72 años.
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