De candidata a regidora a presunta operadora de una de las bandas criminales más sangrientas del país, Liliana Pizán Chirado, abogada de profesión y militante activa en la política local, hoy cumple prisión preventiva por lavado de activos y por integrar, según la Fiscalía contra el Crimen Organizado, la organización criminal liderada por Miguel Rodríguez Díaz, alias “Cuchillo”. Y no solo lo representó legalmente, sino que también fue su pareja sentimental y colaboradora directa.
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