A sus 21 años, Elisa Costa se desplaza entre disciplinas. Es una bailarina que cambia de escenario sin perder el ritmo: danza, actuación y redes sociales se entrelazan en su rutina como si siempre hubieran estado destinadas a convivir. Polifacética, sí, pero no dispersa. La artista ha definido ya el siguiente paso en su carrera: expandir sus oportunidades más allá de las fronteras sin dejar de mantener un pie en Perú. “Mi base es Lima, pero estoy buscando proyectos también en México, Colombia y España”, cuenta con un entusiasmo sostenido. La ambición es perceptible conforme explica todos los planes que tiene para este año.
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