Sonia La Torre, gerenta de Caxagas, tiene clara la urgencia del problema: en Cajamarca, una de las regiones más pobres del Perú, el 70 % de la población sigue cocinando con combustibles contaminantes como la leña y el carbón. “El acceso a energías limpias debe ser una prioridad como política de Estado”, recalca. Sin embargo, las estrategias actuales no están logrando llegar a los más vulnerables, aquellos que viven en el Perú profundo.
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