La historia de Samanta Rojas es una sucesión de pasos firmes. Literalmente. A los 20 años, mientras estudiaba arquitectura, fundó SMT, una marca que se dedica a la venta de artículos hechos a base de cuero, principalmente zapatos. En su imaginario está el rechazar el fast fashion con la misma contundencia con la que desafía los límites del diseño con cierta extravagancia.
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