Hombre fuerte de Yura, compañía que integra hace 25 años, Julio Cáceres es el presidente de la Cámara de Comercio de Arequipa y transmite un discurso con pocas fisuras, como piedra de sillar.
–A pesar de la muy deficiente, en general, gestión pública, Proinversión batirá récords de licitaciones este año. ¿Cómo se engancha Arequipa con esa agenda?
Bastante. La 62.ª Conferencia anual que viene, después de 12 años. nos encuentra en una Arequipa entusiasta, tratando de generar mucho valor al desarrollo de la región. Tenemos proyectos emblemáticos como es Majes Siguas y la autopista la Joya. A eso se suman proyectos de energía como el del gas natural. TGP le alcanzó la propuesta del gasoducto de Marcona al Ministerio de Energía y Minas y lo impulsamos desde la Cámara, comprometiéndonos a que el Ejecutivo lo mire seriamente. Es una inversión plenamente privada de casi USD 2 mil millones de dólares en el tendido de un poco más de 900 kilómetros del ducto. Se suma un ramal hacia la costa y otro que se extienda hasta el sur del Perú, en el caso de Ilo. También tenemos proyectos de generadores de energías renovables y limpias como es la energía solar, plantas fotovoltaicas e hidrógeno verde, que es un proyecto del gobierno regional que hacemos nuestro. Capitales privados que suman casi USD 2500 millones. Una de las plantas fotovoltaicas es la de la fábrica de cemento Yura, grupo del que hago parte. Es una inversión de casi USD 30 millones.
–TGP ofrece básicamente intercambiar la ampliación del ducto por una extensión de la concesión. Lo que me parece interesante es no solamente el acceso del sur al gas del sur, porque incluso el Estado podría hacer un esfuerzo y llevarlo a Puno con un ramal como inversión social. ¿También puede ser un incentivo para que retorne la industria que se mudó de Arequipa?
Ciertamente. Como buen hijo del Misti no puedo dejar de referirme a las expectativas que CADE Ejecutivos 2024 genera en la región. He estado en APEC y hemos sido impulsores de mirar las economías de Asia Este. No solamente los chinos, sino que Vietnam, Singapur, Japón, Indonesia, Malasia, Brunei, todos están mirando con mucho optimismo venir a este lado del Pacífico. Y obviamente el Perú es un eje. Los peruanos tenemos un magnetismo que atrae todo. Soy un convencido de que el sector empresarial, en sociedad con el sector público, podemos resolver nuestros problemas en armonía, con pasos firmes.
–La titularidad de Majes pasó al gobierno central luego de muchos fracasos. ¿Para cuándo se espera su inicio?
Se ha pasado al Midagri para el abordaje de reconstrucción de los túneles y los canales, y recuperar este deterioro de 40 años de inacción que han tenido los gobiernos regionales anteriores. Acabamos de tener una reunión con el ministro de Agricultura en la Cámara de Comercio para contarle cómo va el proyecto. Vamos a ser muy celosos con el cronograma. Se ha hecho la convocatoria el 12 de este mes a licitación internacional. Esperemos que se abran los sobres en abril, se haga realidad y en paralelo se trabaje la segunda etapa. Ahí son 38 500 hectáreas que se van a incorporar a las 20 000 existentes. A ello se suman las centrales hidroeléctricas para acompañar los proyectos mineros.
–¿Cómo marcha Tía María y el resto de proyectos mineros?
Tía María ya ha empezado. Los trabajos preliminares han llevado la inversión inicial sobre los USD 1800 millones. Zafranal ya pasó la parte previa de los permisos ambientales y todo lo demás. Están desarrollando la ingeniería de detalle y esta es una inversión que debe estar bordeando los USD 1600 millones. Con minería, son casi USD 5 mil millones entre el corto y el mediano plazo. Y nosotros desde la Cámara estamos impulsando el clúster minero, el clúster agroexportador y el mecanismo de Obras por Impuestos. Hemos comprometido al ministro de Transportes para financiar los estudios de factibilidad para el teleférico que venimos desarrollando con la Municipalidad Provincial de Arequipa y otros proyectos. Tenemos que ser administradores de desarrollo, no administradores de pobreza.
–Hace poco hubo manifestaciones contra Tía María, sin muchas consecuencias. ¿Qué fuerza tienen hoy los sectores movilizados en oposición a los proyectos mineros?
Nunca vamos a decir que no ante el descontento de un sector minoritario porque también no dejan de ser peruanos y tener sus razones. Hay que escucharlos. El ministro de Agricultura y dos viceministros acaban de estar en Mollendo viendo el tema de la contaminación del río Tambo. Siempre ha tenido contaminación natural y la solución sería instalar plantas de ósmosis inversa. El proyecto Tía María no va a tocar agua del río. Va a ser agua de mar y la zona de tratamiento de aguas está definida en el Este de la provincia. Entre Mejía y Mollendo hay 30 hectáreas destinadas para esto. Por otro lado, están desarrollando el trazo del ferrocarril por donde va a venir el ácido. En la minería hay óxidos y sulfuros, pero acá no va a haber. No habrá relaves porque Tía María no tendrá proceso de plantas concentradoras. Es la ignorancia que la gente a veces repite. La minería es un factor fundamental en la economía. Arequipa aporta el 6 % del PBI del Perú, pero el 40 % de ese 6 % es de la industria minera. No podemos mirarla de espaldas. Aquí el año pasado se han producido 470 mil toneladas métricas de cobre refinado lo que representa el 17 % de la producción total del país.
–Por el riesgo de ser “almorzados” por los chinos, despierta mucho interés el probable contrapeso del puerto de Corío, impulsado por el gobierno regional. ¿Tiene futuro?
Se está confirmando la demanda y la batimetría. Es una inversión de USD 3500 millones. No va a competir con Chancay ni con Matarani, por donde sale el 18 % del cobre que se consume en el mundo. Pero sí vendría a ser una opción para la soya brasileña que sale por el Puerto de Santos y recorre casi 4000 kilómetros. También podría salir la soya boliviana y la agroexportación, además de todo lo que el corredor minero va a demandar en un futuro.
–Corío es un proyecto, pero Chancay ya es una realidad. ¿Cómo se conecta la agenda arequipeña de proyectos con el nuevo puerto?
Hace 12 años había un escepticismo bárbaro con Chancay. Alan García hizo en una de las APEC un discurso muy político sobre el tema de la importancia que tenía Asia y fundamentalmente China. El presidente al que denominaban el “cosito” fue impulsor con un marino de decirles a los chinos “este puerto les puede permitir tener una puerta de entrada”. Los chinos no pueden decir que fue idea de ellos. Fue idea de peruanos. Han invertido con el socio peruano y hoy día es una realidad. Corío es un proyecto en desarrollo, pero ya ha interesado a capitales chinos. Sé que los chinos se han reunido con el gobernador de Arequipa y sé que en los próximos días se reúnen con representantes estadounidenses. Hay que poner un equilibrio en este tipo de inversiones y en buena hora que los norteamericanos también lo estén mirando en forma mucho más seria y decidida para hacer inversiones en este lado del continente.
–El gobierno regional del destituido Elmer Cáceres fue muy deficiente. ¿Cómo les va con el de Rohel Sánchez?
Mira, es un gobierno dialogante. Es un gobierno con el cual se puede entablar planes importantes. Y se está trabajando en forma conjunta.
–No lo noto entusiasta tampoco.
Más que calificarlo es un gobierno que está tratando de hacer las cosas de la mejor forma y para eso los empresarios tenemos que ser impulsores y generadores, pero también vigilantes y críticos cuando sea necesario. La tarea del empresariado es involucrarse en hacer más política y no solamente política empresarial. No debemos postergar esa tarea que nos compete. La empresa a través del empresario debe ser vigilante y custodio del principal activo que tiene este país que es su democracia.