LA VEGETARIANA
Hasta ahora, Yeonghye ha sido la esposa diligente y discreta que su marido siempre ha deseado. Sin ningún atractivo especial ni ningún defecto en particular, cumple los requisitos necesarios para que su matrimonio funcione. Todo cambia cuando unas pesadillas brutales y sanguinarias empiezan a despertarla por las noches, y siente la imperiosa necesidad de deshacerse de toda la carne de la refrigeradora. A partir de ese momento, Yeonghye impone a su familia una dieta exclusivamente vegetariana que su marido aceptará entre atónito y molesto. Este será un primer acto subversivo seguido de muchos otros que la llevarán a la búsqueda de una existencia más pura y despojada, más cercana a la vida vegetal, un lugar donde el poder erótico y floral de su cuerpo romperá las estrictas costumbres de una sociedad patriarcal y ultracapitalista.
LA CLASE DE GRIEGO
En Seúl, una mujer asiste a clases de griego antiguo. Su profesor le pide que lea en voz alta, pero ella permanece en silencio; ha perdido la capacidad del lenguaje, así como a su madre y la custodia de un hijo de ocho años. El profesor, que acaba de regresar a Corea después de pasar media vida en Alemania, también afronta pérdidas: su vista empeora irreversiblemente cada día que pasa, y convive con el miedo de saber que, cuando llegue la ceguera total, perderá toda autonomía. Con una belleza inusitada, las voces íntimas de estos dos protagonistas se intercalan y se cruzan en un momento de desesperación. Hang Kan indaga en la pérdida, la violencia y la frágil relación de nuestros sentidos con el mundo para brindarnos una carta de amor a la filosofía, la literatura y el lenguaje, pero, sobre todo, a la esencia de la conexión humana y de lo que significa sentirse vivo.