Entre los rincones bohemios de Pigalle, barrio popular de París, un rincón alberga a Villa Yora. Este restaurante, liderado por el chef peruano José Arias, ha logrado posicionarse como un referente de la comida peruana en la capital francesa, combinando técnicas de alta cocina francesa con sabores criollos y japoneses. Arias, quien emigró a Francia hace más de 18 años, ha construido un legado que refleja la fusión cultural y gastronómica de sus raíces. Antes conocido como Villa Mikuna, el restaurante ha pasado por una evolución que va más allá del nombre, convirtiéndose en un lugar que celebra la diversidad y la innovación culinaria.
Arias descubrió su pasión por la cocina de manera autodidacta, inspirado por su madre, quien le inculcó el amor por los ingredientes y recetas tradicionales de su país natal. “Mi madre me enseñó desde muy joven a cocinar. Me mostraba cómo hacer un estofado o un arroz con pollo, y al día siguiente yo tenía que replicarlo”, comenta Arias recordando sus primeros pasos en el arte culinario. A pesar de su formación en cocina francesa y su experiencia en restaurantes con estrellas Michelin, siempre mantuvo la esencia peruana en su corazón.
EL NACIMIENTO DE VILLA YORA
En 2021, recibió una llamada que cambiaría su vida. Había colocado su currículum en diversas plataformas de chefs y fue contactado para liderar un nuevo proyecto gastronómico en Pigalle. El reto era claro: fusionar lo mejor de la cocina peruana con la influencia japonesa, dando lugar a un menú que resaltara la identidad de ambos países. Así nació Villa Yora.
Su carta refleja la diversidad de influencias que Arias ha absorbido a lo largo de su carrera. Desde el clásico ceviche peruano hasta creaciones únicas como el pulpo anticuchero con salsa miso, cada plato está diseñado para ofrecer una experiencia sensorial única. “Quise crear algo nuevo, pero sin perder la identidad peruana. Uso técnicas japonesas y francesas, pero siempre respetando los sabores criollos que me enseñó mi madre”, explica Arias. Uno de sus platos más destacados es el pulpo anticuchero, una combinación de puré de papa, salsa de ají amarillo y dados de chorizo, que ha cautivado a comensales locales e internacionales por la diversidad de sus sabores.
Además de los clásicos peruanos, Arias ha incorporado ingredientes y técnicas japonesas en su cocina, como el uso de la salsa Nikkei y el miso en platos como el arroz con pollo Nikkei o el ceviche de salmón. Esta mezcla de sabores ha sido recibida con entusiasmo por los parisinos y turistas, quienes valoran la riqueza y la complejidad de la cocina peruana. “Aquí en París, la cultura japonesa está muy arraigada, así que combinarla con la comida peruana ha sido todo un éxito”, añade el chef.
UN RESTAURANTE EN EL CORAZÓN DE LA CULTURA PARISINA
La historia del local que acoge a este restaurante es un condimento adicional. Pigalle, popularmente conocido en el siglo XX como un barrio de mala muerte, albergó una considerable cantidad de cabarets y casinos. Este edificio no era la excepción, ya que en esos tiempos funcionaba como un burdel, más adelante como un lugar de juego a la ruleta de la mafia Córsica y en los últimos años como un simple local de eventos. Para Arias, abrir su restaurante en este lugar fue una decisión natural.
Desde su apertura, la respuesta del público no se ha hecho esperar. Con un 70 % de comensales franceses y turistas, y un 30 % de peruanos que buscan recordar su tierra en el extranjero, Villa Yora se erige como uno de los mejores restaurantes de ceviche en París. “Siempre me dicen que mi ceviche es lo mejor que han probado en París, y eso es un gran orgullo para mí. Saber que puedo traer un pedacito de Perú a este lado del mundo es muy gratificante”, afirma Arias con una sonrisa.
LA ERA OLÍMPICA
En las últimas semanas, con la celebración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en París, el restaurant ha recibido una oleada de visitantes peruanos e internacionales. Entre ellos, miembros del Comité Olímpico Peruano, así como deportistas y figuras destacadas como Natalia Málaga y Cecilia Tait, quienes visitaron el restaurante durante los eventos. “Fue un honor recibir a la delegación en mi restaurante, tuvimos un buffet donde servimos anticuchos, ají de gallina, arroz chaufa, variedades de ceviche y el infaltable pisco sour”, recuerda Arias con entusiasmo.
El chef comenta que la selección de platos fue pensada para destacar lo mejor de la gastronomía peruana, mezclada con los toques japoneses que tanto éxito han tenido en París. “A la selección olímpica le encantó el ceviche de salmón nikkei. Fue una experiencia muy especial, y estoy agradecido de poder representar a Perú en un evento de tal magnitud”, concluye Arias.