En la noche de este martes, Roberto Chale dejó de existir a los 77 años. Conocido por su apodo “El Niño Terrible”, fue un mediocampista creativo, vital en la clasificación de Perú al Mundial de México 70, donde brilló con su talento innato. Su habilidad para leer el juego y su irreverencia dentro y fuera de la cancha lo convirtieron en una figura inconfundible y querida. Además de su etapa como jugador, fue entrenador y comentarista, manteniéndose siempre cercano al fútbol. Como un niño que nunca deja de soñar, su legado invita a recordar que, en el campo de la vida, siempre hay espacio para la magia y la rebeldía.
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