Después de la revelación de CARETAS, que mereció la portada de nuestra edición anterior, la relación de la colaboradora eficaz Karelim Lisbeth López Arredondo con el Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder (Eficcop) se ha resquebrajado ostensiblemente. Fuentes del Ministerio Público nos informan que la popular “Hashy” ha sido retirada de todos los grupos de WhatsApp que mantienen comunicados a fiscales de Eficcop con los policías del grupo de la Diviac, que continúan en labores de apoyo al trabajo del equipo liderado por la fiscal superior provisional Marita Barreto. “Hashy” habría perdido la confianza de la fiscal coordinadora, quien ha mostrado su intención de ir más allá. Ha trascendido que ordenó a su mujer de confianza en Eficcop, la fiscal provincial Naomi Bustillos Tamayo, que inicie una investigación reservada contra los que resulten responsables del presunto delito de infidencia. Los investigados serán todos los fiscales adjuntos, los policías y los colaboradores, bajo la tesis que alguien está filtrando información confidencial de las carpetas reservadas que investigan. Habría que sugerirles que empiecen por casa, investigando cómo se filtran carpetas completas, organigramas de supuestas organizaciones criminales, fotos y videos a los colegas de la prensa dependiente de Eficcop. El grupo llamado el “Club de la filtración”, cuyo única norma no escrita e inviolable es que no está permitido hacer crítica alguna a ningún fiscal, menos a la todopoderosa coordinadora Marita Barreto. Colegas que se han convertido en rehenes de su poderosa fuente de información.
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