La semana pasada un hombre falleció mientras realizaba su rutina en un conocido gimnasio de Miraflores. La razón: muerte súbita. Hace menos de un mes, Juan Izquierdo, jugador de fútbol uruguayo se descompensó en plena Copa Libertadores y sufrió un paro cardíaco, falleciendo cinco días después. A finales de julio, Bronny James, hijo de la estrella del baloncesto LeBron James, sufrió un paro cardíaco durante un entrenamiento en California. El diagnóstico de los tres casos: complicaciones cardiacas.
La cardiopatía en jóvenes es un mal que pasa desapercibido pero que viene incrementándose en los últimos años. “Son muy pocas las personas que presentan una cardiopatía benigna. Existe otro grupo de personas que presentan problemas como arritmia cardíaca o biocardiopatía”, señala el doctor Moisés Bracamonte, especialista en cardiología de Medik Center San Pablo.
Y es que los problemas cardíacos no discriminan edad. Según datos de la American Heart Association, entre 2011 y 2020, los casos de enfermedades cardíacas en jóvenes de 18 a 35 años han aumentado alarmantemente un 25 %.
La arritmia cardíaca es la que causa el síndrome de muerte súbita. Felizmente, este cuadro puede ser detectado a tiempo con una evaluación previa. “Hay que tener cuidado porque la arritmia se presenta por poquito tiempo y luego desaparece. Es necesario monitorearla”, afirma el especialista de Medik Center San Pablo, ubicado en Los Olivos.
En los últimos años, correr maratones se ha vuelto popular en Lima. A estos eventos acuden miles de personas, sin embargo, no se advierte adecuadamente la necesidad de una evaluación previa para ver si los concursantes –en su mayoría amateurs– pueden llevar a cabo esta demandante actividad física sin complicaciones.
Una investigación realizada por el Journal of the American College of Cardiology reveló que aproximadamente uno de cada 50 000 corredores sufre un evento cardiovascular durante una maratón. Y es que a veces el impulso por romper récords y desafiar los límites podría llevar al corazón al borde del colapso.
“Lo recomendable sería hacer una evaluación con un cardiólogo para saber si está bien o si tiene algo. Tras ello se recomienda si puede participar o no. Siempre se deben chequear para el ejercicio de largo aliento, como también lo son el fútbol, el correr, el nadar, el basket, el tenis, o el participar en eventos donde tienen que manejar bicicleta por largos tramos”, afirma el especialista de Medik Center San Pablo.
Normalmente se cree que estar en movimiento es bueno para tener el corazón “en forma”, sin embargo, es probable que este aumento podría deberse a que los jóvenes están desafiando los límites de sus cuerpos sin tener ni idea del estado de su corazón, algo que está detrás de una fachada saludable.
Lo peor es que a veces la visión borrosa y el dolor en el pecho se confunden con el agotamiento físico. “Se recomienda correr 30 kilómetros como máximo en todo un mes. En el caso de los que tienen algún tipo de arritmia, hay frecuencias cardíacas límite. El reto del ejercicio es hacerlo por pocos episodios”, sostiene el cardiólogo Moisés Bracamonte, especialista de Medik Center San Pablo.
El 70 % de los infartos en jóvenes se deben a una combinación fatal de factores genéticos y el desprecio por las advertencias médicas. Pero está visto que las condiciones genéticas no son las únicas determinantes. Los malos hábitos alimenticios, el fumar, sobrepeso, el colesterol elevado, la glucosa en la sangre, la diabetes, hipertensión y las infecciones por COVID-19 han agravado el incremento.
Un caso mediático que se recuerda a menudo es el del narrador deportivo Daniel Peredo, quien falleció a causa de un paro cardíaco. Es por ello que en la actualidad se habla de la cultura de la prevención, es decir, el actuar hoy para evitar circunstancias médicas más complejas. Es necesario acudir a chequeos preventivos de la mano de profesionales experimentados.
Así también, es preciso revisar a detalle los documentos de deslinde de responsabilidades que se deben firmar al participar en una maratón. Al suscribirlos se asegura que en caso de sobrevenir cualquier consecuencia perjudicial a la salud del participante debe ser asumida por el inscrito, relevando de responsabilidades civiles y penales a los organizadores.
“Toda persona que va a participar de ejercicios exigentes debe pasar por el cardiólogo. Es importantísimo. Que solamente firmen un consentimiento exonerando responsabilidades, es importante, pero solo si uno sabe qué le puede pasar” sentencia el especialista Moisés Bracamonte de Medik Center San Pablo. (Fiorella Cubas)