Emma Barrios Ipenza, Dra.
Vicerrectora de desarrollo y aprendizaje digital, Universidad Continental
La encuesta global de 2023 de McKinsey sobre el estado actual de la IA confirma el crecimiento explosivo de las herramientas de IA generativa, al punto que, un tercio de los encuestados dicen que sus organizaciones utilizan la IA de generación con regularidad en al menos una función empresarial. Si bien la IA es un tema vigente desde los años 50, la disrupción sucede con la democratización de su acceso, desde que la empresa Open IA libera su aplicativo Chat GPT y lo pone disponible para cualquier ciudadano. No hay duda que la IA ya está impactando todas las actividades económicas, industriales, productivas, sociales, y por supuesto, la educación, particularmente, la educación superior.
Diversas instituciones educativas en el mundo han adoptado enfoques innovadores que integran tecnologías de inteligencia artificial. En la Universidad Continental, no podía ser de otra manera. Según una encuesta que estamos aplicando a nuestros profesores y colaboradores, más de dos terceras partes están usando aplicativos de IA para diversas labores, personales, profesionales y laborales, por lo que acoger, desarrollar y orientar esa disposición positiva para potenciar las capacidades para resolver problemas, y seguir evolucionando en el uso de nuevas tecnologías para mejorar los aprendizajes, y mejorar la experiencia de los estudiantes, es uno de nuestros actuales retos.
Es interesante el compromiso de los equipos por abordar temas relacionados con los diferentes procesos de gestión, tales como la planificación, diseño de contenidos, la optimización de las labores administrativas, los procesos de investigación, evaluación, pero sobre todo temas centrales como son la calidad y la probidad son parte del conjunto de iniciativas que buscan mejorar la experiencia general de aprendizaje de los estudiantes y la eficiencia de los docentes.
Ya desde antes de pandemia decidimos enfrentar la desconfianza persistente frente a las evaluaciones, sobre todo en las asignaturas virtuales. En consecuencia, una de las medidas implementadas fue el uso de la evaluación supervisada, basada en inteligencia artificial, comúnmente conocida como proctoring, para monitorear y supervisar los exámenes en línea. Esto permite identificar al estudiante, detectar comportamientos sospechosos durante las pruebas, como copiar o consultar materiales no permitidos.
Una de las mayores disrupciones de estas tecnologías es que nos pone al alcance la personalización del servicio educativo. Ha sido la gran aspiración de la educación de vanguardia, que por muchas décadas solo se pudo responder formando grupos pequeños de aprendices. Hoy la IA y las nuevas tecnologías, conjugadas con adecuados enfoques pedagógicos nos permiten atender toda la diversidad entre los estudiantes y las modalidades de los programas (presencial, semipresencial y a distancia). De manera particular, las tecnologías nos están permitiendo atender a las personas con discapacidad visual y auditiva.
Nos definimos como una universidad que apuesta por el acceso con calidad. No solo crecimos con modernos y hermosos campus en cuatro ciudades, sino que además nos sometemos a rigurosos estándares internacionales, porque la calidad se certifica por externos.
Desde el año 2019 todas nuestras carreras a distancia cuentan con la certificación de Calidad de la Formación Virtual otorgada por AENOR, la Agencia Española de Normalización. El año 2022 fuimos la primera universidad en obtener la máxima calificación de 5 estrellas en On Line Learning en el Rating System de la prestigiosa agencia londinense QS Stars, y desde julio de este año, nuestros estudiantes y egresados de las modalidades semipresencial ostentan el Sello de Calidad para Enseñanzas No Presenciales e Hibridas de la ANECA, la Agencia Nacional que acredita la calidad de las universidades en España.