Hace un mes fueron tres muertos en Puno y otros tantos en los últimos días. La semana pasada fueron veintiséis personas en Ayacucho. Y esta semana fallecieron nueve músicos en Tarma. Si bien se dice que las carreteras son las arterias de un país, las vías de nuestro Perú se encuentran marcadas de sangre por las numerosas tragedias que destrozan familias enteras.
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