Hoy en día, vivir fuera de la ciudad se convierte en una opción cada vez más atractiva y beneficiosa para aquellos que buscan salir de la rutina local y aventurarse a vivir nuevas experiencias en su dinámica diaria fuera de la ciudad. Esta alternativa se convierte cada vez más en una realidad, considerando que en muchos casos el trabajo remoto brinda esta facilidad.
Dentro de los destinos preferidos para poder tener una segunda vivienda, el más resaltante es la playa. Pues, es el espacio perfecto para adquirir un inmueble con áreas amplias de esparcimiento, contacto con la naturaleza y una ubicación privilegiada a pocos metros del mar. Factores que se vuelven indispensables al momento de decidir por el mejor lugar para vivir.
“El sector inmobiliario evoluciona de acuerdo a las tendencias y necesidades de las familias peruanas, especialmente en las periferias de Lima. Por ello, la opción de segunda vivienda en estas zonas toma mayor protagonismo. Tal es el caso de LA JOLLA, un condominio ubicado en Asia con un plan maestro de $140 millones con 6 edificios construidos. Y como valor diferencial y agregado, es el único condominio con una laguna artificial de agua cristalina de casi 6 hectáreas de extensión”. Comenta Javier Musiris, Desarrollador inmobiliario de La JOLLA.
A pesar del alza en las tasas de los créditos hipotecarios y la crisis política en el país, el sector inmobiliario creció 4% en unidades vendidas durante el 2022, según ASEI. Incluso, en el primer trimestre del 2023, solo hubo un decrecimiento de 1.1%, en comparación del año pasado. Sin duda, el mercado inmboliario de casas de playa no se ha detenido, observándose varios proyectos innovadores en esta zona costera.
Actualmente la interconectividad es una alternativa para pasar temporadas fuera de Lima y los condominios son las infraestructuras más demandadas por sus amplias áreas verdes, jardines y centros de esparcimiento. Asímismo, por sus multiservicios, que refuerzan un nivel de vida de calidad y con altos niveles de lujo.
“La idea de este lanzamiento inmobiliario fue desde su inicio concebido para ser un proyecto familiar, una experiencia que logra que los propietarios, familiares e invitados disfruten de un espacio de alta seguridad, descanso y recreación para toda la familia. Anteriormente la casa de playa se caracterizaba por estar en un espacio denso sin vista al mar o una muy limitada. Hoy en día, LA JOLLA cuenta con edificios de 10 pisos y 30 metros de altura, que brindan vistas del mar desde una ubicación inédita para Asia. Sin duda, la experiencia es totalmente distinta” añade Musiris.
Por ello, apostar por una segunda vivienda siempre será una buena opción para escapar de la complejidad de la ciudad. Tener un refugio donde poder descansar, desestrarse y disfrutar de un aire puro, impactará significativamente el desarrollo y la predisposición de las personas. Ante ello, LA JOLLA ha sido capaz de ganarse el interés de los compradores gracias a su ventaja de ofrecer crédito directo a los clientes, permitiéndoles tomar la decisión de invertir en una segunda vivienda sin comprometer sus líneas de crédito bancarias utilizadas en sus negocios. (ndp).