La Agencia de Promoción de la Inversión Privada (PROINVERSIÓN) incorporó a la cartera de 2024 la oportunidad de explotación de roca fosfórica en la concesión Bayóvar N° 9, que generaría compromisos de inversión por US$ 940 millones y se orientaría, entre otros, a impulsar la minería no metálica para la expansión agrícola del país.
La firma de la adenda del contrato para la ampliación de fosfatos de Bayóvar podría realizarse en el tercer trimestre de 2024 mediante el mecanismo de Proyectos en Activos (PA).
Cabe precisar que el proyecto, ubicado en Sechura (Piura), está a cargo de la empresa Fosfatos del Pacífico S.A. (FOSPAC) – subsidiaria de Cementos Pacasmayo- que se encarga de la explotación de diatomitas desde la adjudicación realizada en el año 2007.
En este caso, el proyecto que se incorpora a la cartera de promoción, surge de la estructuración al contrato de transferencia de la Concesión Minera Bayóvar N° 9 que hizo PROINVERSIÓN, en que se tomó la previsión de que si el concesionario descubría otra sustancia mineral -en este caso roca fosfórica- se podría poner en valor sobre la base de estudios que realizaría el propio concesionario.
Precisamente, el concesionario (FOSPAC) ha desarrollado estudios que han permitido identificar la existencia de importantes reservas de roca fosfórica, con lo cual ha propuesto realizar, dentro de la misma concesión Bayóvar N° 9, un proyecto de producción de este mineral no metálico para su aplicación directa como fertilizante en la agricultura.
El director de Proyectos de PROINVERSIÓN, Rogger Incio, explicó que ahora, corresponde la elaboración de una adenda al contrato de transferencia de la concesión firmada en 2007 para que se concrete la explotación de la roca fosfórica, la misma que debe pasar por aprobación del Consejo Directivo de la agencia, previo trámite interno de emisión de los informes para aprobación y sustento del caso, con lo cual podría suscribirse en el tercer trimestre de 2024.
Como resultado de las negociaciones conducidas por PROINVERSIÓN, la empresa FOSPAC se estaría comprometiendo a una inversión de US$ 940 millones en un plazo de 10 años, con un importante impacto económico para el Estado peruano, así como para la comunidad campesina San Martín de Sechura (Piura) por la contraprestación diferida acordada, además de las regalías de ley y la consecuente generación de fuente de trabajo.
El proyecto se ejecutaría en dos etapas: primero: la empresa producirá 100 mil toneladas al año al quinto año de suscrita la adenda. Segundo: al décimo año, deberá producir 2.5 millones de toneladas, incrementando en un 50% la producción de roca fosfórica del país.
Rogger Incio comentó que el proyecto tendrá un gran efecto dinamizador en la economía del país y facilitará, además, la expansión de producción agrícola. “Este tipo de producto tiene demanda en el mercado local, de hecho, en la selva se ha identificado que su aplicación puede ser directa al igual que en el desarrollo de la agricultura moderna en los valles e intervalles de la costa peruana que serán ampliadas por megaproyectos de irrigación”, subrayó.