El precio internacional del cobre continúa al alza y al cierre del lunes alcanzó una cotización histórica de 492 cUS$/lb. En lo que va de mayo, el precio promedio del cobre registró 454 cUS$/lb, el más alto desde abril de 2022.
El incremento de precios del metal rojo se explica por un exceso de demanda mundial por cobre. Por un lado, la mayor demanda está asociada a las mejores perspectivas de crecimiento económico global y una recuperación gradual de la actividad manufacturera mundial, impulsado por el desarrollo de la transición energética y tecnológica. Por otro lado, la menor oferta está vinculada al cierre de operaciones de la mina Cobre Panamá, la menor producción en los yacimientos de Anglo American y la reducción de producción por parte de un grupo de fundidoras chinas.
Además, otros factores que han contribuido al alza del precio del cobre son las nuevas sanciones a Rusia por parte de Estados Unidos (prohibición de importación de metales) y un mayor apetito de los inversionistas reflejado en el alza de las posiciones de compra en las bolsas de metales. En este contexto, en mayo de 2024, Cochilco prevé que la demanda sea mayor que la oferta al registrar un balance de oferta-demanda para 2024 de -364 mil TM (febrero: -177 mil TM), lo que implicará que el precio del cobre se mantenga en niveles elevados.
Los mayores precios del cobre contribuirán de forma positiva en la actividad económica y en la mejora de los ingresos. Así, se estima que por cada 10 centavos (10 cUS$/lb) de aumento en el precio promedio anual del cobre, la actividad económica tiende a aumentar en 0,1 p.p. (puntos porcentuales). Este efecto estaría vinculado tanto al estímulo de las exportaciones como al impacto positivo en la inversión a través de la reactivación de proyectos de exploración y explotación minera, impulso a sectores complementarios a la minería, entre otros.
En esa misma línea, los ingresos fiscales también se verían favorecidos. Por ejemplo, se estima que de producirse un incremento de 10% en el precio del cobre -equivalente a un incremento de 40 centavos en el precio- el efecto anual del incremento en los ingresos fiscales sería en torno a 0,1% y 0,2% del PBI. En este escenario, se configura una posición favorable que dinamizaría la economía, y también podría contribuir a aliviar parcialmente las presiones sobre la caja fiscal.