Por: Enrique Hernández / colaborador de Youtrading.com/es
Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa de México, cuenta con un plan de 100 pasos para transformar a México, una nación que viven en estos momentos una crisis política y está en la mira de los inversionistas por la aprobación de la Reforma Judicial, que busca elegir por medio del voto directo a jueces, magistrados y ministros.
El primer paso y el más importante de la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México se centra en que “gobernará con la obligada división entre poder político y poder económico”.
“Nunca me someteré a ningún poder económico, político o extranjero. Siempre trabajaré por el interés supremo del pueblo de México y de la Nación”, afirma la doctora en Ingeniería Eléctrica por el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en California.
La mujer, quien estudió una licenciatura en física y maestría en Ingeniería Eléctrica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comenzó su carrera política a finales de la década de los años 80 en las aulas universitarias con una lucha basada desde la izquierda.
En el 2000, fue invitada por el entonces jefe de Gobierno electo del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, a sumarse como secretaria de Medio Ambiente del entonces Distrito Federal. A partir de ahí comenzó su carrera hasta ser ahora la presidenta de México.
En la antesala de ocupar la silla presidencial, la científica ha dicho en varias ocasiones que gobernará con la máxima del Humanismo Mexicano, por el bien de todos, primero los pobres, así como encabezará “un gobierno sensible, cercano, de territorio y no de escritorio, voy a seguir visitando todos los estados de la República, tenemos un buen maestro”.
“Hoy México tiene crecimiento, aumento del empleo formal, un peso fuerte, disminución de la pobreza, disminución de las desigualdades. Les pregunto: ¿Funciona el Humanismo Mexicano?”, expresa la mandataria electa.
“Con el Humanismo Mexicano se cayeron muchos mitos y engaños del pasado. Por ejemplo, se decía que el Estado debía subordinarse al mercado, que si la economía se regía desde arriba, alguna vez le iba a llegar a los de abajo. Que si aumentaba el salario mínimo iba a ver inflación y no iba a ver inversión”, afirma.
De entrada, uno de los desafíos más importantes que le toca a Claudia Sheinbaum Pardo es frenar la volatilidad del tipo de cambio y evitar que la depreciación del peso frente al dólar llegue a la inflación.
El peso mexicano, en línea azul, se ha debilitado 15 por ciento frente al dólar del 1 de enero al 6 de septiembre de 2024, debido a temores de una desaceleración en Estados Unidos, el desmantelamiento de operaciones financiadas en Japón y las reformas constitucionales.
Otros pasos relevantes de Claudia Sheinbaum Pardo fue que se comprometió a garantizar las libertades de expresión, de prensa, de reunión y movilización. “Se respetarán los derechos humanos y nunca usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo de México”.
La doctora afirma que respetará y garantizará la libertad religiosa, política, social, cultural y sexual de la sociedad mexicana, así como combatirá cualquier forma de discriminación. Y todo lo hará bajo la campaña: “No al racismo y no al clasismo en México”.
“Protegeremos y defenderemos los derechos de nuestros paisanos, héroes y heroínas, del otro lado de la frontera. Seremos respetuosos del gobierno de Estados Unidos, somos el principal socio comercial, siempre habrá buena voluntad para la coordinación, pero nos corresponde exigir también el respeto a nuestra soberanía, a las y los mexicanos de los dos lados de la frontera. Coordinación sí, subordinación no. Nunca agacharemos la cabeza”, declara.
“La política exterior seguirá los principios constitucionales de la libre autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la fraternidad con todos los pueblos del mundo”, agrega Claudia Sheinbaum Pardo.