Al deportista Daniel Marcos le iba muy bien en el rubro de la telefonía móvil y su gusto por las artes marciales mixtas lo empezó a los 21 en el gimnasio Perro Sarnoso de Breña. Lo que empezó como una suerte de pasatiempo, devino en una obsesión y ansias de superación por un deporte que tiene tantos adeptos como detractores.
Hasta que un día lo dejó todo para ser luchador profesional.
De 2015 a la fecha, ha corrido mucho golpe y más de un reto, hasta llegar a firmar una realidad a sus 30 años: Daniel Marcos, “Sóncora”, ha puesto su nombre en la Ultimate Fighting Championship (UFC). La data no miente ni exagera: Daniel Marcos lleva 15 batallas ganadas. Está invicto y con todas las ganas de ir por más.
“Yo busco ser campeón mundial en la UFC, toda mi energía y mis esfuerzos están en este objetivo”, dice el luchador de artes marciales mixtas, cuyas palabras denotan una seguridad sustentada en hechos (uno último: a fines de julio venció al experimentado Davey Grant en UFC Londres).
“La práctica de las artes marciales me ha dado disciplina. Para todo lo que quieras conseguir, el talento es el 1 % y el 99 % disciplina. Creo que debería practicarse en todos los colegios algún tipo de arte marcial”.
Al respecto, agrega: “Nuestros niños y, en especial, nuestras niñas, tienen que aprender a defenderse y las artes marciales ayudan a persuadir al posible agresor. No es un mundo amable para ellos”.
Para Daniel Marcos, la UFC es un sueño hecho realidad y no pierde la perspectiva, no se distrae de las distracciones de la fama. Sabe como pocos que sus laureles están legitimados por el esfuerzo y la disciplina.
“Este es un deporte, pero también un estilo de vida basado en la disciplina. A nivel profesional, este deporte exige sacrificios y yo quiero ser campeón mundial”.
A este paso, Daniel lo conseguirá.