La plazuela de San Francisco es uno de los espacios públicos más antiguos e importantes del Centro Histórico de Lima y de la capital. A pesar de esto, fue deteriorándose con el paso de los años, siendo objeto de intervenciones de diversa índole y magnitud. Una de ellas fue la instalación de un cerco perimétrico (1987) que, a pesar de tener como objetivo proteger la plazuela en un contexto adverso para el país, terminó limitando el libre tránsito de los ciudadanos en el espacio público.
Con la finalidad de poner en valor la plazuela, la Municipalidad de Lima desarrolló un proyecto de recuperación en el marco del Plan Maestro para el Centro Histórico. Debido a su importancia, el proyecto fue sometido ante la Misión de Asesoramiento de ICOMOS (2017), organismo adscrito a la UNESCO que recomendó recuperar la configuración que la plazuela tuvo durante el siglo XVII. Finalmente, el proyecto fue aprobado por el Ministerio de Cultura (2021), que autorizó su ejecución.
El proyecto busca recuperar la plazuela mediante la puesta en valor integral del espacio público, renovando su maltratado pavimento de piedra, instalando nuevo mobiliario y mejorando su iluminación. Además, plantea restaurar la pileta central y poner en valor los vestigios arqueológicos hallados en el subsuelo. Uno de sus aspectos más importantes, sin embargo, es recuperar la relación de la plazuela con su entorno y abrirla al libre tránsito, mediante el retiro permanente del cerco perimétrico construido en 1987.
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La obra, cuyo costo asciende a S/ 4,8 millones de soles, inició en marzo del 2022 y debió concluir en diciembre de ese año. Sin embargo, en agosto del 2022 se paralizó a consecuencia de una medida cautelar solicitada al Poder Judicial por la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles. En abril del 2023, el Tercer Juzgado Especializado en lo Constitucional de la Corte Suprema de Lima declaró infundada dicha demanda, dándole la razón a la Municipalidad de Lima. Esta decisión fue apelada por la Orden Franciscana, razón por la cual todavía no se han reanudado los trabajos, provocando que la plazuela esté cerrada y sin acceso a los ciudadanos, además de generar un perjuicio económico al erario público debido a los sobrecostos que acarrea la paralización.
A pesar de los contratiempos, la Municipalidad de Lima viene realizando denodados esfuerzos para culminar el proyecto. En un futuro cercano, la plazuela de San Francisco será uno de los principales atractivos del Centro Histórico, favorecida por la restaurada fachada de la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad. Precisamente, esa obra se concretó gracias al trabajo colaborativo entre la comuna y la Cofradía de la Soledad, propietaria del inmueble. Bajo esa premisa, y en aras de seguir recuperando el Patrimonio Cultural de la Nación, Prolima viene trabajando con las congregaciones religiosas a cargo de los templos de la Recoleta, Santa Rosa y las Descalzas, con fachadas ya restauradas; y las de las iglesias de Santo Domingo, la Buena Muerte y Trinitarias, cuyas fachadas están en proceso de recuperación.
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*Arquitecto de Prolima.