José Carlos Mariátegui es el pensador peruano más importante del siglo XX. A esta certeza, hay que añadir otro factor: su radiación intelectual no solo se limitó a Perú. Muestra de este alcance: Amauta (1926-1930, 32 ediciones), que a la fecha se impone como una de las mejores revistas miscelánicas del siglo pasado, tal y como se apreció en la imprescindible Redes de Vanguardia: Revista Amauta y América Latina de 2019, en el MALI.
No es gratuita esta referencia. Debido a esta revista, el investigador belga Servais Thissen se acercó a la figura de Mariátegui hace 50 años y desde ese entonces no ha parado por saberlo todo de él. En 2017 publicó Mariátegui. Biografía del hombre nuevo. Sobre este libro, en CARETAS 2494, Thissen señaló que en 2005 “Humberto Rodríguez Pastor indica que el verdadero padre de Mariátegui podría ser un señor de apellido Chocano. José Carlos nunca conoció a su padre, nunca habló sobre él y, sobre todo, nunca demuestra que fue un problema”.
Este dato no fue ajeno para Thissen, que ahora recibe a CARETAS para hablar de Mariátegui. Nuevos aportes (Argos, 2021), que contiene cartas, poemas, cuentos y artículos nunca antes consignados en libro y también la prueba definitiva de la verdadera paternidad de Mariátegui, de la que Rodríguez Pastor brindó algunas aproximaciones en José Carlos Mariátegui la Chira: Familia e infancia.
“Esta prueba de la verdadera paternidad de Mariátegui no afecta en nada su pensamiento. Mariátegui sigue siendo Mariátegui. Y lo que debe hacerse con su legado es rescatarlo. Mariátegui fue un demócrata y un gran promotor cultural. Cuando conocí a Augusto Tamayo, me comentó que compartía genes con la familia Chocano y tras algunas gestiones se dio con la sorpresa de que también los tenía con la familia Mariátegui”.
Evidencia de ello: la constancia del vínculo de ADN entre Tamayo con el periodista Aldo Mariátegui.
“Hay que redescubrir a Mariátegui. Es incomprensible que Sendero Luminoso lo tenga como figura. Mariátegui era un hombre en constante renovación. Se dicen barbaridades políticas e ideológicas. ¡Mariátegui descubrió a Martín Adán! Fue el hombre que fue pese a los problemas de salud que arrastraba desde niño y teniendo solo el primer año escolar. Julio César Chocano fue protector de su madre, Amalia La Chira, en Moquegua y es el declarante en la partida de nacimiento de su hermana. Mariátegui tenía inquietud intelectual y fue clave su ingreso a La Prensa, en 1909, porque le permitió conocer intelectuales, escritores y artistas”.
Entonces, se podría creer que ya está cerrada la prehistoria de José Carlos Mariátegui. Pero Thissen enfatiza que sigue siendo un misterio “lo que Mariátegui hizo de 1902 a 1909. No se sabe si llegó a entablar lazos con el coronel y prefecto Julio César Chocano. Tampoco hay datos que corroboren que tanto José Carlos y el poeta José Santos Chocano hayan sabido de esta relación”.
Y añade:
“Lo que sí sabe es que José Carlos admiró un tiempo a Chocano, como se sabe también que este le armó un gran escándalo en la imprenta Minerva tras el apoyo que le dio a Vasconcelos, con quien mantenía una sonada polémica continental. Mariátegui era un intelectual comprometido, no se quedaba callado. Hay que leerlo. Mariátegui no es lo que nos muestran ahora”.