Nicolás Yerovi: “Yo elegí tener una buena actitud ante la vida, tampoco tuve otra opción”

Nicolás Yerovi y el humor como resistencia ante las vicisitudes de la vida. El famoso escritor satírico recomienda a los lectores no perder el asombro.
Nicolás Yerovi. (FOTO: VÍCTOR CH. VARGAS).

“Este país no tiene remedio. ¿Tú quieres ser presidente?”, le preguntó Enrique Zileri a Nicolás Yerovi en mayo de 2003. Por aquel entonces, rumores de vacancia asustaban al expresidente Toledo.

Nicolás no dijo nada (porque no tuvo tiempo) y Enrique Zileri interpretó que sí, que Nicolás quería ser presidente de Perú. A los minutos, Nicolás era cargado para ser paseado por las calles del Centro Histórico y superó la prueba de fuego para cualquier persona que se alucine personaje público: fue ovacionado en el Jirón de la Unión.

“Me rindo ante la evidencia de los hechos. La gente me ve y sonríe. No olvides que tengo 52 años de vida pública y pertenezco a un linaje de escritores sarcásticos”, dice Nicolás, quien a los 23 años cogió las riendas de la histórica Monos y Monadas, fundada en 1905 por su abuelo Leonidas Yerovi, en quien se inspiró para escribir una estupenda novela: La casa de tantos. Novela literaria, trazo de época (ambientada a inicios del siglo XX peruano), sumamente divertida y, lo que más esperamos en estos tiempos y no hay: orfebrería verbal con transmisión.

“Debes entender que soy peruano”, subraya Nicolás para explicar el origen de su humor y sarcasmo. “Perú no es un país, sino un deporte de aventura de alto riesgo. A diferencia de la vida de un suizo, la nuestra está llena de peripecias… Por eso, a los peruanos nos han dado el título gentil de “emprendedores”, porque cada día emprendemos la tarea de llegar a pasado mañana”.

Motivos para estar feliz. La obra Las nuevas picardías de Nicolás Yerovi la viene rompiendo en el Teatro Auditorio Miraflores. Última fecha: 30 de octubre. (FOTO: VÍCTOR CH. VARGAS).

Quien lo escucha, pensará que Nicolás es feliz por naturaleza. No hay duda de lo que dice: Nicolás camina por las calles y la gente lo saluda, no lo olvida. Además, el reconocimiento viene por partida doble: como personaje público y escritor (para los más informados). Pero es el propio Nicolas quien pone el parche: “Soy un ser humano también, aunque no parezca”.

Si bien su narrativa, su obra periodística (su prosa dejó marca en CARETAS y La República, por ejemplo) y teatral, se conducen mediante el sarcasmo, la ironía y la crítica festiva, su poética se alimenta de dramas capaces de transformar la fisonomía emocional de una familia, como es el caso de tener un padre/abuelo asesinado. Nicolás y su padre Leonidas pudieron ser otras personas ante semejante acontecimiento, pero decidieron seguir el legado de Leonidas Yerovi. El humor: obra y actitud coherente. Una con otra, nunca separadas.

Mayo de 2003. Nicolás Yerovi ovacionado en el Jirón de la Unión. (ARCHIVO CARETAS).

“Yo elegí tener una buena actitud ante la vida, tampoco tuve otra opción”, señala Nicolás, quien se encuentra dando los toques finales a sus libros que aparecerán en 2024 y está dedicado a la formación de nuevos escritores satíricos.

“Escribiré Monos y Monadas, la leyenda; y también quiero dejar un legado literario a las nuevas generaciones, la sátira es cultura. Por eso estoy trabajando con jóvenes autores y nos está yendo muy bien en el Teatro Auditorio Miraflores. Gracias al público que lo llena. El público ríe y reflexiona”.

Maestro.

(GRO).