Nuevo capítulo para uno de los inmuebles más emblemáticos del Centro Histórico. En el marco de la implementación del Plan Maestro del Centro Histórico de Lima al 2029, con visión al 2035, el Estado peruano, a través del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), entregó oficialmente el histórico Hotel Comercio a la Gerencia de Planificación, Gestión y Recuperación del Centro Histórico de Lima – PROLIMA, para su recuperación integral y puesta en valor.
El acto protocolar se realizó este viernes con la firma del acuerdo entre el gerente de PROLIMA, Luis Martín Bogdanovich, y Claudia Flores, representante de la Dirección General de Abastecimiento del MEF. Ubicado en el jirón Áncash, el inmueble forma parte del Eje Estructurante Áncash, uno de los sectores priorizados por el Plan Maestro, donde se proyectan intervenciones integrales que promuevan la recuperación del patrimonio edificado y la reactivación cultural y urbana de la zona.
“Cada intervención que realizamos en PROLIMA parte de la evidencia histórica, del estudio técnico y del respeto absoluto por la autenticidad del patrimonio. El Hotel Comercio no es una excepción y será recuperado con esa misma mirada: como un espacio que devolverá vida y significado a su entorno”, señaló Luis Martín Bogdanovich, gerente de PROLIMA.

El proyecto contempla el cambio de uso del inmueble de comercial a cultural, con el objetivo de albergar el futuro Centro de Investigación y Exposición del Patrimonio Arqueológico del Centro Histórico de Lima, un espacio dedicado al estudio arqueológico y a la exhibición de diversos hallazgos descubiertos en el corazón de la ciudad.
“Los hallazgos que se expondrán darán cuenta del desarrollo que tuvo la ciudad desde su época fundacional, pasando por los periodos virreinal y republicano, y pondrán en valor las evidencias más relevantes de un pasado prehispánico”, agregó Bogdanovich.
Una joya del pasado que vuelve a la vida
El solar donde se edificó el Hotel Comercio fue originalmente propiedad de García de Salcedo. A lo largo de los siglos XVI y XVII pasó por diversas transferencias desde su primer adjudicatario, Alonso Riquelme, hasta que los grandes terremotos de 1687 y 1746 destruyeron las edificaciones originales del área.
A mediados del siglo XIX, cuando Lima comenzó a desarrollar una infraestructura hotelera para recibir a los viajeros, Isidro de Aramburú construyó el Hotel Comercio en 1848. Con una extensión de 1,480 m², tres pisos, dos patios y 131 habitaciones, el edificio combinaba muros de adobe, quincha y ladrillo, mostrando la arquitectura tradicional limeña de la época. Su acceso principal se encontraba en la calle Pescadería (hoy jirón Carabaya), muy cerca del actual Bar Cordano.

La construcción de la Estación Ferroviaria de Desamparados en 1912 incrementó la afluencia de huéspedes, consolidando al hotel como uno de los puntos más concurridos del Centro Histórico. Sin embargo, un trágico crimen ocurrido en 1930 afectó su reputación y, con el paso de las décadas, el establecimiento cerró sus puertas, quedando activo únicamente el emblemático Bar Cordano en su primer nivel.
En 1980, mediante Resolución Ministerial N.° 0928-80-ED, el exHotel Comercio fue declarado Monumento como parte del conjunto de inmuebles patrimoniales del Centro Histórico. Posteriormente, en 2004, su administración fue transferida al entonces Instituto Nacional de Cultura, garantizando su preservación. Bajo la gestión de PROLIMA, el inmueble inicia un nuevo capítulo orientado a su recuperación integral.