¿Cuál tendría que ser la prioridad de Boris Espezúa Salmón, el nuevo jefe institucional de la Biblioteca Nacional del Perú?

Boris Espezúa Salmón. Fuente: Facebook.

El día miércoles 16, mediante la Resolución Suprema 016-2023-MC, se designó al abogado y escritor Boris Espezúa Salmón, reconocido intelectual en el sur del país, como nuevo jefe institucional de la Biblioteca Nacional del Perú, en reemplazo de la bibliotecóloga Fabiola Vergara, quien asumió el cargo en noviembre de 2021.

Espezúa, según el portal El objetivo, “sostuvo que uno de sus más grandes retos será implementar la totalidad de mil 500 bibliotecas rurales en el ámbito del país, que es una demanda de la población”.

El tema de la BNP no es nada ajeno para CARETAS, que en más de una ocasión se ha ocupado de su mayor falencia, que como bien sabe, es la institución cultural más importante del país, la cual no cuenta hasta la fecha con un inventario general. Para no creer.

Hablar del inventario general suscita terror en los ámbitos de la BNP. Si bien esta institución cuenta con profesionales capaces, no hay que olvidar que la inexistencia de un inventario general es el punto de partida para la pérdida, extravío o robo de publicaciones históricas, que son el manjar/botín de no pocos coleccionistas en el mundo. Así es, también hay choros de saco y cortaba que hablan bonito.

No es cosa menor, porque si bien la BNP, acorde a los tiempos actuales en cuanto a gestión cultural, viene mostrando una serie de actividades ligadas a la difusión del libro, la lectura, la implementación de bibliotecas, etc., ha descuidado este factor a vista y paciencia de sus últimas autoridades, a excepción de Vergara, quien fue la única que reconoció oficialmente la necesidad (o deuda institucional) de un inventario. Pero de ahí, no más.

Entonces, la pregunta se impone sola: ¿entre las acciones a tomar por parte de Espezúa, está la de concretar el tan mentado inventario general? Lo cierto es que se pueden tener todas las intenciones de hacer las cosas bien en la BNP, pero no se puede negar que la falta de un inventario general es toda una puerta abierta para la corrupción y lo decimos sin tapujos: corrupción. ¿Cuál será la postura de Espezúa en este último aspecto?

No se debería decir, pero hay que hacerlo: la principal función de la BNP no es otra que la de proteger la historia de la bibliografía peruana. Sin este propósito, toda gestión quedará incompleta, a medias, maculada, y eso es precisamente lo que buscan quienes se oponen a que se lleve a cabo un inventario: quieren seguir lucrando con el patrimonio bibliográfico peruano. Esa tendría que ser la prioridad, el reto del nuevo director de la BNP. Lo demás es puro verso para la platea.

(Gabriel Ruiz Ortega).

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