El pianista y compositor puneño, Edgar Valcárcel, eximio representante de la música académica hispanoamericana, recibió un homenaje de la colonia peruana en Nueva York, Estados Unidos, al conmemorarse 15 años de su fallecimiento.
A la ceremonia oficial organizada con el apoyo de HB Studio asistieron integrantes de la familia Valcárcel, admiradores y funcionarios de las Naciones Unidas (ONU), quienes reconocieron el talento y la calidad creativa del artista peruano desde que llegó a Estados Unidos becado por la fundación John Simon Guggenheim.

Durante el homenaje, Mariano Valcárcel, nieto de Edgar e hijo del maestro Fernando Valcárcel, director de la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú, presentó el documental “Valcárcel”, dirigido y producido por él, con la idea de revalorar el legado musical de su abuelo y potenciar la difusión de sus obras.
Mariano produjo este audiovisual luego de una profunda investigación documental. En el se contempla testimonios de su padre Fernando Valcárcel (cuarto hijo de Edgar Valcárcel) y una interesante reseña de su tío bisabuelo Theodoro Valcárcel, prominente compositor del siglo XX que compaginó un lenguaje armónico avanzado con elementos del folclore peruano y de las raíces musicales de América precolombina.
Actualmente, como portavoz de la familia, Mariano Valcárcel cumple la tarea de explorar, revalorar y promover la trayectoria musical de su abuelo paterno, difundiendo sus obras en el cine y las plataformas digitales para conquistar nuevas audiencias y alcanzar un reconocimiento global.

Quién fue Edgar Valcárcel
Edgar Valcárcel (1932-2010) fue pionero en la fusión de melodías andinas –esas que estremecen corazones– con sonoridades de vanguardia, destacándose además en música electrónica y experimental. Su legado sigue inspirando a músicos académicos, compositores contemporáneos y gestores culturales a nivel mundial.
Integró la Generación de los 50’s, determinante para la introducción de las corrientes vanguardistas en el Perú. Sus piezas musicales generaron siempre un lazo firme entre la cadencia tradicional y los flujos modernos, nutriéndose de sus experiencias en comunidades andinas y de los diferentes estilos de composición musical.
El excelso pianista, Premio Nacional de Fomento a la Cultura, es considerado un compositor prolífico, que desarrolló un lenguaje personal en la composición para orquesta. Entre sus obras y partituras destacan “Checan II” (1970), “Antimemorias II” (1980), “Concierto para guitarra” (1984), “Zorro, zorrito – Homenaje a Prokofiev”; “Cuento sinfónico para narrador, coro, zampoñas y orquesta”, “Madre coraje, canciones para la obra de Bertold Brecht”, “Concierto para violoncello y orquesta”, “Homenaje a Manuel de Falla para soprano y banda” y “Andahuaylillas para órgano”.