En corto

Fernando de la Flor

Columnista y abogado. Fue Secretario General de la Presidencia de la República y Embajador del Perú ante la OEA.


Los Congresistas y su Visa Americana

Escribe: Fernando de la Flor Arbulú*

El Perú oficial está pasando uno de esos momentos en que el escándalo se mezcla con la ridiculez. Se trata de lo que ha venido sucediendo con la denominada Junta Nacional de Justicia (JNJ), sobre la cual el Congreso acaba de adoptar la decisión más nefasta y ridícula al mismo tiempo. El Perú real, aquel de la mayoría de peruanos, es ajeno a dicho asunto, que aun cuando no lo haya seguido porque no le suscita ningún interés, sí le sirve para aumentar su repudio a los responsables de los reprobables actos cometidos. Lo que ha decidido el Congreso sobre la JNJ a esa inmensa mayoría ciudadana simplemente no le interesa. Su interés es sobrevivir.

La JNJ es el órgano encargado de nombrar y remover jueces y fiscales en todo el país, así como a dos de las más importantes autoridades electorales: el Jefe de la RENIEC (el registro electoral), y el Jefe de la ONPE (la oficina que organiza las elecciones).

Ahora, entremos en materia. La causa que se le imputaba a todos los miembros de la JNJ para su inhabilitación, era que habían permitido que una de sus integrantes siga permaneciendo en el organismo a pesar de haber cumplido la edad límite. Pues bien, esa causal de la cual eran responsables los siete integrantes, según votación del Congreso, plagada de disparatadas reconsideraciones y no pocas infelices intervenciones, solamente tuvo dos culpables, liberando a los otros cinco, no obstante tratarse de la misma acusación. La ridiculez del raciocinio no puede ser más evidente. Lo nefasto de la decisión se resume en el ataque del Congreso a los principios básicos de la democracia: el respeto a la autonomía de las instituciones y aceptar el equilibrio de poderes.  

Un organismo como la JNJ, de importantes funciones, no puede pasar desapercibido en el ámbito internacional. Por eso mismo, llamó la atención de varias autoridades multilaterales, desde la misma Naciones Unidas (ONU), hasta la OEA (Organización de Estados Americanos), quienes manifestaron su sorpresa ante lo que venía ocurriendo.  

Y algunos gobiernos, en especial el de Estados Unidos, hicieron saber su seria preocupación por el desenlace de la acusación. Pocos días antes de la sesión del Congreso, visitó el país una delegación de autoridades norteamericanas en la que, según trascendidos, se trató el tema, reiterando el interés norteamericano en el desenlace de lo que ellos consideran un ataque directo al sistema democrático.

Pero lo importante es otro trascendido: en Guatemala (país que ha seguido un proceso político de franco deterioro, similar al nuestro), una decisión arbitraria de sus autoridades produjo la cancelación de visas norteamericanas para alrededor de 300 funcionarios.

Lo que cabe preguntar, entonces, es si las contradictorias votaciones que el Congreso ha adoptado respecto de los miembros de la JNJ, ciertamente inentendibles si nos atenemos a que todo el proceso segundo se había aprobado con amplia mayoría, se han debido a que los congresistas involucrados simplemente no han querido perder sus visas americanas para visitar el Empire State y jugar en Disney World.  

*Abogado y fundador del original Foro Democrático.