Caretas TV

Patricia Salinas

Periodista de gran trayectoria y ahora columnista en Caretas.


De ficciones y estrategias

Lo bueno y lo malo de Papá en apuros y Perdóname, las dos nuevas teleseries nacionales.

Después de muchos años, otro canal, aparte de América, ha apostado por una ficción nacional, o al
menos, hecha en el Perú. Se trata de Latina que hace algunas semanas lanzó con bombos y
platillos Papá en apuros, una producción realizada entre la alianza estratégica de Megamedia de
Chile y el canal peruano.

De hecho, se trata del remake de una teleserie que ya se hizo en el país del sur con el nombre de
Papá a la deriva, que a su vez, no era otra cosa que una nueva versión de La novicia rebelde, que
ya varias veces ha tenido adaptaciones modernas, siendo la argentina Floricienta, la más famosa.

La apuesta chilena-peruana tiene a la chilena María Eugenia Rencoret en la dirección ejecutiva y,
por la manera como se manejó el lanzamiento (toda la programación del canal giraba en torno a la
nueva producción), es evidente que los ejecutivos de Latina tenían una gran expectativa en que
esta ficción levantara su prime time del canal, sin embargo, y a pesar de que hasta ahora va con un
solo corte comercial, la producción no logra despuntar en cuestión de rating, el cual oscila entre
los 5 y 9 puntos, teniendo el ‘colchón’ de El gran chef, al cual cambiaron de horario y que a veces,
baja en sintonía por la pésima estrategia de la televisora de poner casi media hora de comerciales
al inicio del programa, con lo que, una vez más, se disparan al pie.

Pero ¿por qué no ha pegado Papá en apuros, protagonizada por Juan Carlos Rey de Castro y
Luciana Blomberg? A pesar de ser una producción ‘bonita’ en términos estéticos, el problema es
que, como ya mencioné líneas arriba, el argumento es totalmente conocido. No hay sorpresas.
Desde el primer episodio se sabía quienes eran los buenos y quienes los malos. Quien se iba a
enamorar de quien y, hasta quien se va a quedar con quien al final. Además si dejas de ver una
semana, te ponen al día en el resumen de más de 10 minutos que hacen al inicio de cada capítulo.
Otra mala estrategia.

En América, la novedad es Perdóname, la novela de Del Barrio Producciones que reúne en la
pantalla no solo a Aldo Miyashiro y Erika Villalobos, después de su separación el año pasado, sino
que también incluye a los hijos de ambos que en la historia también son sus hijos. Desde el
momento que se anunció el lanzamiento durante el partido Perú-Paraguay por las eliminatorias al
Mundial 2026, la noticia se convirtió en tendencia porque, inexplicablemente, muchos se
escandalizaban de ver a Aldo y Érika juntos en una ficción, aunque, como se sabe, además de ser
actores, son también socios en muchos proyectos, como lo son miles de parejas separadas que
tienen otras profesiones y que, sin ningún problema, siguen trabajando juntos.

A pesar de que, por el título (probablemente fue parte de la estrategia), muchos imaginaron que
se trataba de una suerte de autobiografía de la pareja y se lanzaron a criticar sin haberla visto, lo
cierto es que, no tiene nada que ver con la realidad. Perdóname, sigue la historia de Lito Acosta
(Miyashiro), un hombre que acaba de salir de prisión donde estuvo 15 años por un crimen que no cometió con la obsesión de encontrar al verdadero culpable y recuperar el amor de Lara Ferrara
(Villalobos), una exitosa diseñadora de moda que está ya casada con otro hombre.

Perdóname se mantiene en un rating promedio de 17 puntos y a diferencia de Papá en apuros, en
esta telenovela, nunca se sabe qué es lo que va a pasar en el siguiente episodio, pues está llena de
dramas, traiciones, misterios y demasiada violencia (secuestros, asesinatos, sicarios, etc.), algo que
puede saturar a la teleaudiencia. Por otro lado, la cuota de humor que tratan de incluir con
personajes como ‘Tuerquita’, es tan tirada de los pelos que, la verdad, no aporta nada.