En corto

Fernando de la Flor

Columnista y abogado. Fue Secretario General de la Presidencia de la República y Embajador del Perú ante la OEA.


¿Cuándo se jodió América Latina?

Escribe: Fernando de la Flor Arbulú*

Mario Vargas Llosa ha anunciado que ya no escribirá más novelas. Tampoco publicará más artículos.  Su retiro, sin embargo, no será tal. Quedará su inmenso y magnífico legado literario: novelas que rondan la maestría, artículos desafiantes, polémicas declaraciones, provocadores debates.

En su más importante obra (considerada así por la crítica enterada), “Conversación en La Catedral”, Vargas Llosa, en la figura del personaje central de la novela, el ya célebre Zavalita, se hace la famosa pregunta: “ ¿Cuándo se había jodido el Perú?”.  Hasta ahora no hay respuesta.

En otro de sus magníficos libros, “Tiempos recios”, Vargas Llosa formula una pregunta semejante: ¿Cuándo se jodió América Latina? A diferencia del Perú, en este caso, se arriesga una respuesta.

“Tiempos recios”, nos cuenta la historia ocurrida en Guatemala hacia la mitad del siglo XX. Terminó la Segunda Gran Guerra, el mundo se ha dividido entre los vencedores y se ha iniciado la denominada Guerra Fría: el soterrado enfrentamiento entre el capitalismo y el comunismo por imponerse el uno sobre el otro.

Un político moderno, progresista y profundamente democrático, –Jacobo Árbenz se llamaba– asume la presidencia de Guatemala, elegido por una inmensa mayoría ciudadana, para llevar a cabo el cambio necesario: ejecutar una reforma agraria que redistribuyera la tierra e iniciar el proceso de modernización del país. Estamos hablando del año 1954 en un pequeño país centroamericano.

Lo que ocurrió con Árbenz, en la creativa novela de Vargas Llosa, explica mucho nuestra actual situación latinoamericana, y no menos nuestra minusvalorada idiosincrasia.

Sucedió simplemente que un grupo de sagaces lobistas norteamericanos, contratados por la más importante empresa agrícola de la zona, la United Fruit, recibió el encargo de convertir en verdad una mentira: que el presidente Jacobo Árbenz era un agente soviético que buscaba abrir las puertas de América Latina al comunismo. La intensidad de la propaganda desplegada alrededor de una falsedad caló tan profundamente en la opinión pública, que el gobierno tuvo que interesarse en el tema.

Una burda mentira (como las que proliferan en nuestros tiempos), produjo el derrocamiento del presidente Árbenz, mediante una maniobra diseñada por la inteligencia norteamericana (la CIA), utilizando al militar de turno, dispuesto a jugar el papel de salvador de la patria. El resultado fue, no solo el establecimiento de esas tradicionales dictaduras de la época sino –y esto es lo central– la frustración de un proyecto de modernización indispensable para el desarrollo. Se puede decir, entonces, que allí, con la caída de Jacobo Árbennz en la Guatemala de 1954, se jodió América Latina.

El aporte de Vargas Llosa en esta obra es fundamental. Explica por qué siempre estamos a la zaga, ayuda a entender como un desalmado grupo de inescrupulosos lobistas, solo con su audacia y unas cuantas ayudas ilegales, puede convertir en verdad una mentira, al extremo de comprometer a la inteligencia del más poderoso país del mundo para perpetrar un acto abusivo y antidemocrático.   

Vargas Llosa, al anunciar su retiro literario, nos ha dejado escrito sobre los “Tiempos recios” que señalan el momento en que nos jodimos.

*Abogado y fundador del original Foro Democrático