En corto

Fernando de la Flor

Columnista y abogado. Fue Secretario General de la Presidencia de la República y Embajador del Perú ante la OEA.


2024: Imágenes Iniciales

Escribe: Fernando de la Flor Arbulú *

Un antiguo dicho que tiene mucho de verdad: una imagen vale más que mil palabras. En lo que va de este nuevo año 2024, hay varias imágenes que así lo demuestran.

Una primera, absolutamente excepcional, por su significado y trascendencia, es la del Papa Francisco avanzando en su silla de ruedas en la Basílica de San Pedro, en busca de Javier Milei, el presidente argentino, quien estaba participando en un acto litúrgico. Hay varias cosas por destacarse: es el Papa es el que va al encuentro de Milei, quien, sorprendido, le pide permiso a Francisco para abrazarlo, y éste accede. No han trascendido más palabras de aquel abrazo que las gracias que se dispensaron mutuamente. El acercamiento del anciano prelado a su declarado adversario, es de una humildad que lo dice todo. No hay que olvidar que Javier Milei, dentro de los varios insultos que profirió contra el Papa, llegó a sostener que él era “el representante del maligno en la tierra”. Pues bien, el abrazo de la reconciliación (porque así hay que entenderlo), no es otra cosa que la expresión de la creencia en el perdón y en el amor. Por cierto, que habrá quien, con algo de suspicacia y no menos descreimiento, definiría la imagen del abrazo como la de una mutua conveniencia política.

La segunda imagen es la del presidente Gabriel Boric rindiéndole homenaje a su permanente rival político, Sebastian Piñera, dos veces presidente de Chile por decisión democrática de su pueblo, quien falleciera trágicamente en un accidente aéreo.

Si bien es verdad la juventud de Gabriel Boric (tiene 37 años) le cobra factura frecuentemente, pues su inexperiencia y la del equipo de gobierno que lo rodea, no hacen más que mantener a Chile en una permanente crisis, no es menos cierto que su reacción inmediata y su desempeño durante las exequias al ex presidente Piñera, fueron lo suficientemente impecables como para afirmar que está aprendiendo las exigencias del ejercicio de la sensatez en el poder.

Ninguna referencia equívoca a los duros y destemplados epítetos que Boric, siendo aún un dirigente estudiantil, le lanzaba con frecuencia al entonces presidente en ejercicio Sebastián Piñera; todo lo contrario, reconocimiento enaltecedor a la figura del político de trayectoria, quien logró en dos ocasiones la confianza de su pueblo.

Boric estuvo a la altura de las circunstancias. Hizo lo que hace un político decente, forjando de esa manera la figura de un hombre público respetoso. Claro, habrá quien diga que todo fue solo actuación.

La última imagen es del Perú: la presidenta Dina Boluarte tuvo el desatino de visitar Ayacucho a repartir caramelos, al cumplirse el año en que se produjeron las lamentables muertes de ciudadanos, sin que hasta el momento haya ninguna explicación de los hechos. Una peruana, esposa de uno de los fallecidos sin razón, quien, además, perdió a los gemelos que estaba gestando, representó la ira de ese pueblo jalándole los cabellos a la presidenta.

Un abrazo, un homenaje póstumo y una jalada de pelos, son las primeras imágenes del 2024.

*Abogado y fundador del original Foro Democrático