Mal tiempo obliga a detener operaciones de rescate
Las labores de búsqueda y rescate de las víctimas de la tragedia fluvial ocurrida en el distrito de Iparía, región Ucayali, fueron suspendidas temporalmente debido a las adversas condiciones climáticas y al incremento del caudal del río Ucayali. La decisión fue adoptada por la Marina del Perú, que lideró los operativos durante más de dos semanas tras el hundimiento de dos embarcaciones arrastradas por un alud.
El anuncio se realizó luego de evaluar los riesgos que supone la temporada de lluvias intensas en la Amazonía, escenario que dificulta la navegación, el buceo y las maniobras de remolque en el cauce del río.
Alud provocó hundimiento de embarcaciones
El 1 de diciembre, un deslizamiento de tierra de gran magnitud se produjo en las riberas del río Ucayali, a la altura del distrito de Iparía. El alud arrastró y hundió dos embarcaciones fluviales que se encontraban ancladas cerca de la orilla, generando una de las peores tragedias fluviales registradas en la región en los últimos años.
Desde ese día, se desplegó un operativo de rescate ininterrumpido con el objetivo de ubicar sobrevivientes y recuperar los cuerpos de las personas desaparecidas, muchas de ellas pertenecientes a comunidades indígenas de la zona.
Más de dos semanas de búsqueda ininterrumpida
Durante más de catorce días, personal especializado de la Marina del Perú, la Policía Nacional, la Municipalidad Distrital de Iparía y equipos técnicos trabajaron de manera coordinada en condiciones extremas. Las operaciones incluyeron patrullaje fluvial, buceo en zonas de alto riesgo y labores de remoción de restos de las embarcaciones siniestradas.
En los días 14 y 15 de diciembre, los equipos ejecutaron maniobras de alta complejidad técnica para intentar reflotar una de las naves involucradas, identificada como ‘Deo Rigo’, con el respaldo logístico del Gobierno Regional de Ucayali.
Maniobras técnicas para reflotar embarcación
Para estas labores se utilizó maquinaria pesada, como grúas, retroexcavadoras, chalupas de apoyo y cables acerados, además de equipos de buceo especializados. Aunque el remolque total de la embarcación no llegó a concretarse, los rescatistas lograron extraer partes estructurales, lo que permitió avanzar en la evaluación técnica del estado del casco y confirmar el nivel de daño provocado por el alud.
Estas acciones fueron consideradas clave para esclarecer las circunstancias del accidente y facilitar futuras tareas de recuperación, una vez que las condiciones del río lo permitan.
Crecida del río obliga a suspensión
La intensa temporada de lluvias que afecta a la Amazonía peruana ha elevado significativamente el nivel del río Ucayali, reduciendo la visibilidad y aumentando la fuerza de la corriente. Ante este escenario, las autoridades determinaron que continuar con las labores suponía un riesgo extremo para el personal de rescate.
El gobernador regional de Ucayali, Manuel Gambini, confirmó públicamente la suspensión de las operaciones. “Estamos suspendiendo las labores de búsqueda hasta que las condiciones se den para poder entregar los restos a sus familiares”, declaró durante una conferencia de prensa en la que estuvieron presentes familiares de las víctimas.
Búsqueda podría retomarse después de mayo
Según informó Gambini, las tareas de localización y recuperación de restos podrían reanudarse después de mayo, cuando concluya la temporada de lluvias y el caudal del río descienda a niveles que permitan operar con mayor seguridad.
La suspensión ha generado profundo pesar entre las familias afectadas, quienes esperan que las condiciones climáticas permitan retomar las labores en los próximos meses para cerrar un proceso marcado por el dolor y la incertidumbre.
Balance preliminar de víctimas
De acuerdo con el balance oficial, la tragedia dejó 44 personas fallecidas, la mayoría de ellas pobladores indígenas de comunidades ribereñas. De ese total, 14 murieron el mismo día del deslizamiento, cuando el alud sepultó y hundió las embarcaciones que se encontraban en la zona.
El resto de víctimas fue localizado durante las semanas posteriores, mientras que varias personas continúan en condición de desaparecidas, lo que motivó la prolongación de las labores de búsqueda hasta que el mal tiempo obligó a detenerlas.
Impacto social en comunidades amazónicas
La tragedia ha tenido un fuerte impacto social en Iparía y en otras localidades cercanas, donde el transporte fluvial es el principal medio de conexión. Las comunidades afectadas han solicitado mayor presencia del Estado y medidas preventivas frente a los riesgos asociados a deslizamientos y crecidas de ríos durante la temporada de lluvias.
Especialistas han advertido que el cambio climático, la deforestación y la ocupación de zonas vulnerables incrementan la probabilidad de este tipo de desastres en la Amazonía peruana.
Llamado a prevención y respuesta integral
Tras la suspensión de las labores, autoridades regionales y locales reiteraron la necesidad de fortalecer los sistemas de alerta temprana, la fiscalización de embarcaciones y la planificación territorial en zonas de alto riesgo. También se ha pedido reforzar la asistencia a las familias afectadas, tanto en el plano humanitario como psicológico.
La tragedia fluvial en Iparía vuelve a poner en evidencia las limitaciones logísticas del Estado para responder de manera sostenida a emergencias en zonas alejadas, así como la urgencia de políticas públicas enfocadas en la prevención de desastres naturales en la Amazonía.
Espera marcada por el luto y la incertidumbre
Mientras las lluvias continúan y el río Ucayali mantiene un caudal elevado, las familias de las víctimas enfrentan una larga espera. La suspensión de la búsqueda no implica el cierre del caso, pero sí marca una pausa forzada en uno de los episodios más dolorosos del año para la región.
Las autoridades han reiterado su compromiso de retomar las labores cuando las condiciones lo permitan, con el objetivo de recuperar a las víctimas y brindar una respuesta definitiva a los familiares que aún esperan.