El Callao volvió a ser escenario de violencia en medio del estado de emergencia decretado por el Gobierno. Un conductor de transporte público, José Johnny Eskeche Ningles, de 47 años, fue asesinado a balazos mientras conducía su unidad de la empresa Liventur por la avenida Néstor Gambetta.
Según el reporte policial, dos sujetos a bordo de una motocicleta se acercaron al vehículo y dispararon repetidamente frente a varios testigos. Eskeche, conocido por sus colegas como “Brujito”, fue trasladado de emergencia al hospital Alcides Carrión, donde se confirmó su fallecimiento. La víctima deja tres hijos menores y también trabajaba como mecánico, según relataron compañeros de labores.
Horas después del ataque, transportistas y cobradores bloquearon la avenida Néstor Gambetta, a la altura del paradero Santa Fe, como medida de protesta y para exigir justicia. En el lugar se desplegaron más de treinta efectivos policiales para garantizar el orden y evitar enfrentamientos. Los trabajadores denunciaron que el estado de emergencia no ha reducido la violencia ni la extorsión que enfrentan a diario, y señalaron a las motos lineales como el principal medio empleado por los sicarios.
Durante la manifestación, los transportistas solicitaron acciones más firmes de las autoridades regionales y del Gobierno. Algunos incluso pidieron medidas extremas, como la intervención del Ejército o un toque de queda, mientras otros mencionaron la pena de muerte para los responsables. También cuestionaron la ausencia del gobernador Ciro Castillo y los resultados de las visitas del presidente José Jerí al Callao.
El asesinato de José Johnny Eskeche Ningles se suma a la serie de crímenes que afectan al Callao, evidenciando la persistente inseguridad que sufren transportistas y vecinos, pese a las medidas extraordinarias adoptadas por el Ejecutivo.