Durante la misa por la llegada del Señor de los Milagros al Callao, el cardenal Carlos Castillo Mattasoglio llamó a “escuchar y comprender” a los jóvenes peruanos de la Generación Z, a quienes —según dijo— se ha “acusado injustamente de terroristas”. El arzobispo de Lima sostuvo que está naciendo “una nueva generación que ansía armonía y encuentro”, y que debe ser acompañada, no estigmatizada.
Un llamado a la empatía generacional
En su homilía, Castillo subrayó que los jóvenes han demostrado compromiso social y espiritual, pese a las adversidades que enfrenta el país. “Resolvamos las cosas con amor, como lo están haciendo los jóvenes hoy día, porque se les ha acusado de terroristas cuando no lo son. Y hay que escuchar la voz de los jóvenes”, expresó desde el púlpito ante cientos de feligreses.
El purpurado recordó los nombres de Inti Sotelo y Bryan Pintado, jóvenes que murieron durante las protestas contra el efímero gobierno de Manuel Merino en 2020, como símbolos de una juventud que “quiso manifestar su voz”.
“Un amigo me decía: ‘¿Dónde están esos jóvenes?’. Y yo le respondí: ‘¿No los has visto bailar en las plazas, compartir en las parroquias? Están ahí, porque lo que buscan es armonía y encuentro’”, señaló el cardenal.
¿Qué significa para la Iglesia esta nueva generación? Castillo planteó que los jóvenes encarnan una forma de espiritualidad que combina sensibilidad social, cultura digital y búsqueda de justicia, en contraste con los sectores que los desprecian o criminalizan.
Solidaridad con las víctimas de las protestas
El cardenal también dedicó unas palabras de duelo al artista Mauricio Ruiz Sanz, conocido como Trvko, quien falleció durante las movilizaciones del 15 de octubre, y pidió por la recuperación de Luis Reyes, otro joven herido en las protestas.
“Te pedimos, Señor, que tengas en tu seno a Mauricio Ruiz Sanz y que toda la alegría que dio con sus tiktoks y su música siga alegrándonos desde el cielo”, manifestó Castillo. El mensaje fue interpretado como un gesto de empatía hacia la juventud movilizada y de crítica al uso excesivo de la fuerza policial.
Crítica a la ambición y falta de servicio
En otro momento, el cardenal reflexionó sobre el estado del país y cuestionó la falta de vocación de servicio de los líderes políticos y religiosos. “Nuestra patria está sufriendo porque quien dice estar en el primer lugar no sabe cómo se solucionan las cosas, porque solo está por otros intereses”, afirmó.
Castillo también señaló que en la propia Iglesia hay sectores “que acaparan el nombre de cristianos, pero reniegan del Señor con su prepotencia”. Su mensaje fue interpretado como un llamado a la autocrítica dentro de las instituciones, especialmente en tiempos de crisis de confianza.
¿Qué propone el cardenal frente al desencanto social? “Resolvamos las cosas con amor”, insistió, apelando al diálogo y la conversión personal como caminos para sanar las fracturas del país.
La Generación Z y la esperanza de cambio
El arzobispo de Lima cerró su intervención con una reflexión sobre la importancia de reconocer los talentos y virtudes de los jóvenes, como camino para construir un país más justo y solidario. “No presumamos de lo que no somos. Si cada uno reconoce sus cualidades y las comparte, crecemos todos. Enamorémonos de los dones que Dios nos dio”, dijo.
Para Castillo, los jóvenes de la Generación Z representan una esperanza frente al desencanto político, una generación que busca su lugar a través del arte, la fe y la acción social. Su llamado, más allá de lo religioso, apuntó a la reconciliación nacional desde la empatía y la escucha.